¿Siempre que conoces a una nueva persona o cuando te integras a un nuevo círculo social al principio parece todo andar bien, haces nuevos amigos, algunos te caen muy bien, otros te parecen graciosos; sin embargo, al cabo de poco tiempo empiezan a aprovecharse de ti, empiezan a faltarte el respeto y te hacen sentir inferior?
No te preocupes, este problema es mucho más común de lo que crees. A mí también me ha pasado pero con el tiempo he aprendido a hacerme respetar.
No es que el mundo te esté dando mala suerte o esté conspirando contra ti, no es que alguien te esté castigando por haber hecho cosas malas en tus vidas pasadas ni nada de eso. Es por un conjunto de factores que te hacen ver como un manso corderito ante las demás personas y que despiertan el lobo hambriento que llevaban dentro. Ahora debes entender como hacerte respetar.
Ese conjunto de factores consiste principalmente en dos:
1) Las creencias
2) El lenguaje corporal
Empecemos con el primero:
Las creencias de que tienes que actuar como una “buena persona” ante los demás te están volviendo demasiado vulnerable. Puede que estés sonriendo en cualquier momento, entonces ellos detectan en ti una personalidad muy blanda y es en ese momento en que se aprovechan de ti.
Las creencias vienen desde que eres muy pequeño, desde tu relación con tus padres, con tus hermanos, con tu comunidad y con las personas que has querido a temprana edad. Ellos, muy probablemente, te han dicho que debes tratar bien a las demás personas, que “respetos guardan respetos”, que “no debes hacer a los demás lo que no te gustaría que te hagan a ti”, pero ahora te das cuenta de que siguiendo esas reglas de cortesía simplemente hace que los demás se aprovechen de ti.
Este tipo de creencias en un chico adolescente hace que los bravucones de la clase le hagan sufrir con el buylling, le bajen la autoestima y lo vuelvan una persona más insegura de sí misma.
Basta de que los demás se aprovechen de ti, basta de que no sientan lo que tu sufrimiento. Puede que la frustración de verte en aprietos por no saber como hacerte respetar sea demasiado grande pero esto ya no puede seguir porque verdaderamente te mereces vivir bien y no depender de los tratos de los demás.
Si tus creencias con respecto al trato de la gente son así debes ponerte a cuestionar si es que te han hecho más mal que bien.
Si es así entonces es porque esas creencias no sirven muy bien.
Por ejemplo al momento de decir:
“No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hagan a ti” sólo sirve para ti pero no te has puesto a pensar en esta nueva creencia: “Haz que los demás te respeten como tú les respetas a ellos”. O también: “Primero el respeto hacia mí”
Allí cambia la cosa, allí se mejora tu personalidad.
La modificación de creencias es indispensable al momento de cómo hacerte respetar porque tienes que cambiar la mentalidad de una persona pasiva a una persona asertiva.
Porque si los demás te perciben como una persona pasiva (manso corderito) es muy fácil que se metan contigo y te falten el respeto. En cambio, si te muestras como una persona asertiva, si te muestras más seguro en tus creencias y en tu personalidad entonces lo pensarán dos veces antes de hacerlo.
Ahora que hemos tocado lo que es la seguridad a nivel interior ahora vamos a nivel exterior.
Segundo: El lenguaje corporal.
Hay personas que detectan a los que tienen personalidad de mansos corderitos y lo hacen por el simple hecho de demostrar su autoridad, su liderazgo rastrero. Ellos se meten justamente con aquellos que no pueden defenderse tanto verbal como físicamente ante cualquier agresión que ellos hagan.
Ellos se hacen respetar de una manera rastrera: implantando el miedo en las personas tímidas, las introvertidas y las taciturnas.
¿Eres tímido, introvertido o taciturno? Entonces debes modificar tu lenguaje corporal.
No consiste tanto en que si hablas como no. Consiste, principalmente, en la primera impresión que das a las demás personas de ti mismo.
Cuando te unes a un nuevo círculo social, antes de eso debes ponerte a estudiar tu lenguaje corporal. Las principales características de los mansos corderitos en su lenguaje corporal son:
- Joroba en la espalda – ¡Párate derecho y bien confiado!
- Tono de voz bajo – Habla fuerte para que los demás te escuchen y te admiren.
- Ocupan poco espacio – En cualquier lugar debes quedar bien en claro que tú eres dueño de tu propio espacio. Cuanto más, mejor.
- Desvían la mirada – Mantén una mirada firme y segura para demostrar tu seguridad, aunque sea para ir practicándola.
- Sonrojamiento rápido – Practica más seguido el hacer el ridículo. De ese modo el sonrojamiento ante cualquier cosa que te hagan las personas que se quieren aprovechar de ti irá disminuyendo.
- Manos en los bolsillos – Las manos también se han hecho para hablar y comunicar cualidades de tu personalidad. No las desperdicies.
- Sonríen en todo momento – Y no es que sean felices sino que quieren complacer a los demás. Este es un fatal error. Así es como los hambrientos lobos detectan a los corderitos. Sonríe sólo en el momento adecuado.
Como hacerte respetar no es tan difícil, pero tienes que trabajar en el “antes” más que en el “durante”. O sea, debes modificar tus creencias de una persona muy pasiva a una asertiva, debes cambiar las posturas corporales de una persona insegura a una más confiada y fuerte.
Una manera muy efectiva de hacerte respetar es dar la espalda al que te falte el respeto y quitarle protagonismo ignorándolo
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