Las virtudes son la belleza de una persona;
son lo que hacen a una persona especial y distinta;
son el color, la forma y el perfil de su personalidad.
Determinan la forma en que una persona hace las cosas;
la forma en que se mueve, habla y viste.
La persona con virtudes quizás no tenga dinero
pero siempre dará la impresión de riqueza porque
todo lo que le rodea será de calidad.
Las virtudes brillan hacia el exterior y hacia todo:
hacia el cuerpo, el entorno y,en el fondo,
hasta el corazón del planeta;
llenan lo que está vacío, sanan lo que está enfermo
y calman lo que está intranquilo.
La Alegría
Alegría es cuando uno se está acercando a una meta
y avanza los últimos pasos para llegar a ésta.
Es la experiencia única del día previo a un acontecimiento especial,
para el cual quedan pocas horas.
Es una cuestión de claridad y convicción.
Primero uno tiene que poder ver más allá del presente
y tener una visión tal que pueda percibir un futuro bueno,
no tan sólo para uno mismo sino para todas las cosas.
Tiene que saber que en el fondo todo el movimiento de la vida
es hacia el bien, que todas las montañas tienen valles
y las estaciones un verano.
Tiene que vivirlo con ligereza o, de lo contrario,
la alegría sólo es una fanfarronada ante la desesperación.
Alegría es no tener nunca más vergüenza de que le
daría mancharse las manos de pintura cuando
está dando las últimas pinceladas.
La alegría hace que todos le amen porque perciben
su victoria delante y no es una victoria fría o solidaria,
ya que su pie firme ayuda a que otros le sigan.
La Autoconfianza
La autoconfianza es conocerse a sí mismo,
conocer sus ideas y venidas tan a fondo que
siempre le queden fuerzas a las que poder recurrir.
En algún rincón de su interior, desde la quietud,
puede encontrar algo positivo.
Las áreas de debilidad no perturban a la mente
porque se encuentran en proceso de demolición;
son como casas vacías a las cuales sus pensamientos
ya ni se molestan en entrar.
Y si en algún momento surgiese algún rastro de debilidad
que golpease contra alguna parte de su ser,
la confianza le da poder para alejarla suavemente.
La autoconfianza hace que se mueva con mayor lentitud
que hable más pausadamente y también que se detenga
a mirar a la persona con la que se está comunicando
en vez de ir por la vida aplastando a todo por andar deprisa.
Le permite permanecer alegre y pacífico cuando atraviesa
por un estado de ignorancia de manera que
todos pueden esperar hasta que esté preparado.
En esa calma puede llenar de fuerza ese momento
antes de que se pronuncie palabra alguna.
Y, cuando los nervios persistan en hacer tambalear su firmeza,
la autoconfianza le permite suministrar suavidad
y silencio para que pueda calmar todo su organismo.
¿Cuál es el método para obtener autoconfianza?
Una manera es hablarse a uno mismo, no a los demás.
En momentos de inseguridad es reconfortante
encontrar con quien hablar,
pero lo que da seguridades hablar con uno mismo.
Porque en nuestro interior hay una reserva de amor
que nos protege ante cualquier situación difícil
en la que nos encontremos.
La amistad con otras personas
no es tan consistente ni eterna.
Después de hablarse a sí mismo y
de haberle dado a sus nervios un lugar donde
puedan serenarse, lo mejor que puede hacerse es
entrar en acción.
La acción, junto al amor reposado más tarde,
cuando surja algún momento de necesidad.
Cuanto más ame más debe actuar,
ya que cuanto más profundo sea el depósito de valor
que acumule menos tendrá que sobreexigirse
Donde la confianza es profunda,
existen las bases para una entrega real.
Real significa tener un "yo" silencioso;
eliminando los nervios y los pensamientos que
causan ruido en nuestra mente.
Es cuando hay quietud en mi mente
que puedo escuchar a los demás.
Benevolencia
La benevolencia es una buena voluntad silenciosa
Es como el sol que brilla sobre la tierra dura
aflojándola, derritiendo el hielo, pero sin propósito
o intención alguna de hacer bien.
Para el sol es una acción natural hacerlo
y por esto consigue el resultado.
Porque la tierra no se siente en deuda con el sol.
De igual forma, ser el preceptor de benevolencia significa
recibir algo por lo que no hay recompensa,
ni siquiera una presión a la cual responder.
Por esto uno fácilmente recibe benevolencia.
La benevolencia es una condición de ser que
depende de sí misma y no tiene nada que ver con
los sentimientos de misericordia o predilección,
no con impulsos repentinos de amor, simplemente es.
La benevolencia no ofrece nada específico
pero todos se sienten atraídos hacia ellas.
Tampoco ofrece respuestas, pero permite pensar.
No enseña nada, pero su presencia permite aprender.
Ser benevolente es la mejor forma de ayudar a
una persona ya que la benevolencia,
igual que la luz del sol, no tiene forma de filtrarse
hacia los tranquilos rincones del pánico,
en la mente y aligerar su carga.
La benevolencia es la virtud menos invasora
y a la vez es bien acogida en todas partes.
Contentamiento
El contentamiento es como un río subterráneo
cuyo cauce no se puede cambiar.
En la superficie la gente patea, empuja y tira;
la tierra se agrieta o queda abandonada pero,
debajo, el río continúo fluyendo, aunque en alguna parte
sea sólo como un hilo en la oscuridad.
El agua en la superficie de la tierra corre
el riesgo de ser contaminada, usada, bebida o extraída,
pero el agua subterránea no se explota.
No es inconsciente del desafío,
pero cuando el paisaje de la mente
(la superficie de la vida) sufre algún trastorno,
el río responde, cambia, fluye hacia adentro y
bordea lo que pasa aunque no esté a la vista.
Simplemente nunca se seca.
Para estar contento se requiere de
un profundo entendimiento, de una necesidad de saber
y de anticiparse suavemente a los movimientos de la mente
y también de sentir la atracción del destino
que está más allá de todo.
La corriente es la fuerza espiritual.
Coraje
El coraje piensa en el destino
y no en nada de lo que hay de por medio.
Es la fuerza qye hay detrás de cada movimiento
de una voluntad decidida y por esto
el fracaso está lejos de esta virtud.
Coraje es cuando tal vez no puede ver
y por esto no se detiene.
El coraje crece junto a la vida.
También es la cualidad de un niño que
no sabe de desafíos y de un adulto
que no conoce el poder del reto.
Coraje es dar un paso hacia un área difícil
sin tener una solución en mente pero sintiendo
que la victoria está delante.
Sabiendo que Dios tiene su mano extendida
para tirar de la suya.
Coraje es decir lo que uno piensa,
sin diluirlo, sin desear la aprobación de los demás,
sabiendo que un ideal profundamente elaborado
es lo suficiente fuerte como para resistir la oposición.
Y, si es derrumbado, el coraje no sabe de culpar
sino reconstruir aún más firme.
Hay algo que conmueve en una persona con coraje
y es que aunque todo esté en contra de ella
sabe que saldrá victoriosa,
porque tiene la fortaleza de la calidad
contra la debilidad de la cantidad.
y hacen más;
no hacen promesas porque con su coraje
saben que junto a una meta ha de haber
una mente inteligente que pueda.
El coraje es audacia pero siempre con cuidado.
Desapego
Muchos caminos espirituales abogan por
un estado mental denominado desapego,
en el cual la persona se aleja de las preocupaciones mundanas
y se convierte en un observador de la vida.
Se considera, este estado, como un medio para
alcanzar una meta interna en el cual uno se libera
de distracciones y conflictos.
Una flor de loto tiene sus raíces en el lodo.
No puede crecer sin el barro y sin embargo
sus pétalos son de un blanco impecable.
Así es el desapego:
es estar cerca de lo que uno más desea desprenderse,
liberarse y usarlo para crecer, sin apartarse de nada.
En nuestra propia personalidad, por lo general,
hay aspectos de los que nos somos conscientes o que
no nos gustan y los distorsionamos
convirtiéndolos en algo atractivo.
De ahí que cuando una persona trabaja duro,
a menudo indica temor a la disconformidad.
Esto es lo contrario del desapego, es decir,
es hacer algo no por lo que vale la pena
sino para engrandecer la propia posición personal.
La flor de loto no transforma el lodo en ninguna cosa.
El lodo es lodo y sin embargo tiene los elementos
nutritivos necesarios para el crecimiento de la flor.
Lo mismo nos pasa a nosotros.
Estamos en una situación que no nos gusta,
"en el lodo"
y sin embargo es tal vez la situación más seguro que existe,
si sólo pudiéramos reconocerlo, sin distorsionar la situación,
permitiéndole que nos haga crecer.
Por otra parte, podemos querer liberarnos de alguna persona
y estar solos pero de alguna manera
nos encontramos atrapados en esa relación.
La persona que tenemos al lado es probablemente
el mejor profesor que podríamos encontrar,
si sólo pudiéramos ver el elemento nutritivo de su presencia
y reconocer que quizás estamos poniendo atención
a un aspecto muy secundario de su personalidad,
ignorando el resto del mismo.
El desapego es una gran virtud.
Trae consigo seguridad emocional,
realismo y frescor ya hace que otras personas
se sientan libres con uno;
libres de ir y venir, sin ceremonias.
Pero en el momento que uno deja de amar la vida,
el desapego se hace imposible porque
uno comienza a aferrarse a las cosas que te ayudan.
Humildad
La humildad no descarta nada sino que
toma en serio hasta las cosas insignificantes.
Es reconocer todo lo que se presente en la vida y,
que lo que se encuentre en frente a uno
se ha de respetar como algo que le hará avanzar;
es reconocer que dentro de lo grande a veces
hay poco pero dentro de lo pequeño a menudo
se encuentra una enormidad.
La humildad es excepcional porque para tenerla
no se ha de desear nada.
Si uno la tiene lo consigue todo.