Deséame la victoria
aunque en la lucha
me venzan.
Miénteme cuando yo caiga
y dí que gané esta guerra.
Sólo así seré recuerdo
tras caer en la batalla,
que mi derrota se sienta
y la gloria se estremezca.
Tendrá sentido la muerte
cuando pronuncies mi nombre,
si arranco tu último llanto
el día en que no regrese.
Perduraré sobre el tiempo,
y en tu aliento viviré.
Pues polvo sólo es el olvido,
y aire lo que yo seré.