Cuando no
alcancen tus manos el cielo
Cuando no alcancen tus manos el cielo, y cada instante se haga
eterno. Cuando no puedas decir lo que tanto necesitas; y ni los errantes
silencios quieran oírte. Cuando te quedes vacío; cuando nada tengas para dar y
nada puedas recibir... Creerás que la vida es injusta.
Si es así, cuando anochece pensarás que se
termina el mundo. ¿Por qué soportar lo que se padece? ¿Por qué sufrir lo que
duele? ¿Dudas que amanezca nuevamente? No hagas imposible lo posible; no dudes
por lo decidido, no temas por tu valentía, no llores por lo que
amas.
¡Sé feliz, siempre! En todo momento la vida, a
pesar de sus idas y vueltas, es bella, si no, mira por cada noche clarear el
alba. Ahora es siempre el mejor momento para surgir como un sol. "Esperanza" ya
no es una palabra, es cada latido de tu corazón.
¿Cuántas veces nos sentimos sin alas para volar?
Es como que algo tiró fuerte de ellas, y sentimos como que se desprendieron de
nuestro cuerpo y miramos y no las encontramos. Las teníamos, y en ese volar
caímos en pantanos, y agitados por salir, se lastimaron, se ensuciaron, y el
barro hizo que su peso fuera mayor que el de nuestro cuerpo, y nos costó volar.
Nos quedamos muchas veces en el suelo esperando que se alivianaran para seguir,
pero el barro, a medida que se secaba, las endurecía aún
más.
Y allí estamos hoy... Con alas endurecidas y sin
poder volar, o sin alas.
¿Qué nos pasó? ¿Por qué lugares volamos, que nos
quedamos sin fuerzas, sin ganas, y sin esperanzas?
Alas... Nos hace falta tener nuevamente nuestras
alas abiertas... Nos hace falta sentir que vale la pena
seguir.
La vida nos demuestra a cada paso que nuestro
vuelo no siempre es el que esperamos, que hay pantanos como así también aves de
rapiña que no quieren que existamos, que ya no avancemos. ¿Sentimos temor por el
futuro? ¿Estamos todavía tratando de salir de ese pantano? ¿Estamos agotados?
¿Equivocamos el camino y estamos perdidos en la oscuridad? ¿Deseamos que la vida
ponga su punto final ahora? ¿Por qué?
El dolor puede ser enorme, la tristeza profunda,
lo sucedido inolvidable... ¿Y si todo cambia? ¿Y si de pronto nos encontramos
ayudando a otros a salir del pantano? No hay ningún pájaro que haya volado toda
su vida sobre un oasis o sobre un manantial. ¡No! Todos sienten en un momento
deseos de no seguir. Todos se enfrentan a grandes tormentas, a fuertes vientos
que sacuden su vida entera. Todos alguna vez se sienten ahogados por haber caído
en tierras pantanosas. Pero, sin embargo, sacuden sus alas aún hasta en sus
últimos minutos con la esperanza de seguir, y por sobre todo, de volver a
volar.
Extendamos nosotros también nuestras alas.
Tengamos esperanza, apostemos a la vida, miremos el horizonte y sólo giremos la
cabeza para decir adiós a todo aquello que nos hizo perder nuestras ganas de
seguir volando hacia el infinito.
D/R
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