Te vas cada día, a retazos, a palabras de hielo, te vas con cada momento de soledad, con la fuerza de las cosas, con lo probable, con lo que es razón y lógica.
Te aparta de mí el rencor, te aleja lo correcto.
Se va ahondando el abismo entre mi locura y tu mundo; se apagan, una a una, las velas que se encendieron con cada sueño compartido, con los atardeceres que arroparon los besos, con la noche, con el mar, con el sonido del viento.
Te vas sin despedirte del todo, quedándote prendida, como un vestido de luna a mi cuerpo.
Te añoro ya y aún no te has ido, me duele tu ausencia presentida cada noche de silencios, me agarro a la tabla de un momento regalado, a un suspiro, a un aliento, me agarro a ti porque, irremediablemente y por encima de todo, .....te amo.
Bersabé
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