Con sólo una sonrisa puede el alma vivir,
con sólo una sonrisa se calla el sufrir.
Cuando el dolor oculta al sol,
cuando se ven los huesos de las flores
y lloramos desconsoladamente,
es precisamente el momento que la añoramos.
Es tan simple y a la vez tan valiosa,
tan necesaria y compañera de los buenos momentos.
Sólo nos deja sensaciones
y emociones.
Una sonrisa es una dulce condena,
una buena amiga que nos dibuja una alegría,
nos invita a brindar
por la felicidad obtenida.
Por una sonrisa,
tan sólo por ella,
puedo dar mi corazón...
A/D