¿EL CRUCIFIJO EN LAS ESCUELAS?
José María Castillo, teólogo
El papa y muchos obispos están preocupados porque las legislaciones laicas de los modernos Estados no-confesionales quieren quitar los signos religiosos de las escuelas. Es comprensible. A fin de cuentas, el papa y los obispos son los responsables oficiales de la Iglesia. Y el crucifijo es, para muchos cristianos, la imagen que en la actualidad representa e identifica a los cristianos. Por eso, a mí me parece bien que, en las escuelas a las que asisten solamente alumnos cristianos, haya un crucifijo presidiendo el aula. El problema se plantea en las escuelas públicas a las que pueden acudir estudiantes, no sólo cristianos, sino de otras creencias también. Siendo esto así, si es que queremos ser coherentes y respetuosos con las creencias de todos, en una escuela cuyos responsables optan por las imágenes religiosas como símbolo que preside el aula, habría que poner en la pared un crucifijo, una estrella de David, una media luna, un Buda, un Confucio y tantas otras imágenes que representan a tantas otras confesiones que tendrían que estar allí presentes, ya que puede haber alumnos judíos, musulmanes, budistas, confucionistas, taotistas, etc, etc, además de cristianos. Por eso, a mí me parece que lo mejor sería no dar tanta importancia a una imagen. Y dar más importancia a la educación que allí reciben los alumnos. Todos tenemos el peligro de que el árbol tape el bosque. Quiero decir, ponemos en la pared un crucifijo y eso nos deja tranquilos y satisfechos. Pero, ¿qué ideas y qué criterios aprenden allí los alumnos? ¿Las ideas y los criterios que representa Jesús colgado en la cruz? ¿O las ideas y los criterios por los que se colgó a Cristo en la cruz? Ahí está el problema.
Publicado por Jose Maria Castillo