REVISAR ETIQUETAS
Para conocernos y poder quitarnos esas emociones negativas es importe, recuerda Fidel Delgado, conocer las etiquetas que los demás nos han puesto: "¿Lo que pienso de mi es, en realidad, mío o me lo han encasquetado los demás?".
SENTIRSE CONTENTO
Otra fórmula contra las emociones negativas es "aprender a generar emociones positivas buscando situaciones que nos resulten gratificantes -considera Fátima Parra-. Sentirse contento, además de ser placentero, tiene un efecto positivo sobre cómo me evalúo a mí mismo".
DARSE CUENTA BUSCAR
"Practicar el darse cuenta, el ser consciente de nosotros mismos, es la parte más difícil de la autoestima -indica Delgado- . Es fundamental darse cuenta de qué nos mueve, de qué estamos buscando. A mí me gusta hacer un juego de palabras en el que digo que mis "pensa-mientos" surgen muchas veces cuando mi mente me miente; debajo están mis "senti-mientos" que, a veces, tampoco son de fiar porque están tapando los "senti-ciertos". Si fuera capaz de percibir lo que de verdad ocurre en mí estaría en contacto con mis auténticas necesidades".
NUESTRAS VIRTUDES
La baja autoestima nos hace filtrar sólo lo negativo y no ver nada positivo de lo que hacemos. Es muy importante ver nuestras virtudes, que todos tenemos Parra propone como ejercicio pensar todas las cosas que han supuesto un reto a lo largo de nuestra vida y han salido bien; desde aprender a montar en bicicleta hasta el primer día de trabajo. ¿Qué necesitamos para conseguirlo? ¿Esfuerzo, constancia, serenidad, ternura...? Son muchas las capacidades que tenemos.
SER REALISTA
Las demás personas son como nosotros, con sus éxitos y fracasos. Aceptarlo es un gran paso porque, como recuerda Martínez, "igual que a nosotros no nos caen bien todo, debemos reconocer el derecho de los demás a no gustarles. Nosotros también tenemos derecho a escucharles y rechazarles con asertividad". "Tampoco tenemos que compararnos con los demás -continúa-, sino con nosotros mismos y preguntarnos: ¿Estoy haciendo progresos?".
¿SER O ESTAR?
Para Delgado, "contra una autoestima realista está el uso del verbo ser, que ya hace de una manera: soy tonto, feo o inútil; si pongo "estoy" me permito "hoy estoy un poco.., ayer estuve... o mañana estaré...".
QUITARSE LOS "DEBERÍA DE"
Ponernos obligaciones con "debería de estar más delgado o trabajar más" sólo provoca presión, angustia y sentimientos de culpabilidad. Fátima Parra invita a sustituir los "debería de" o "tengo que" por "me conviene", "me gustaría" o "preferiría". Fidel Delgado, sin embargo, matiza: "Hay que analizar de dónde proceden los "debería de". Si te lo han inyectado los demás es como si te hubiesen inoculado un virus para hacerte dependiente; si el "debería de" te lo pide, por ejemplo, tu organismo porque necesita descansar, entonces debemos satisfacerlo. Me doy la norma a mí y ahora".