UN TÍO DE PEGA
La vida conyugal de aquella pareja estuvo envenenada durante doce años por la presencia en su hogar del tío Eduardo. El viejo nunca estaba contento. Se quejaba de todo, de la comida, de la cama, etc. Por fin, un día el tío Eduardo de muere. Al salir del cementerio, el esposo dice a su mujer:
-¿Sabes, mi vida, que si no te quisiese tanto no habría podido soportar tan largo tiempo a tu tío Eduardo?
Su mujer le mira asombrada y exclama:
-¿Cómo, mí tío Eduardo? ¡Siempre creí que era tío tuyo!
¡¡¡No sabía ná el "tío" Eduardo!!!
Cele -Celestino-