Amigo de Platón pero más amigo de la verdad (1)
Frases que han hecho Historia
Se suele citar en su versión latina: "Amicus Plato sed magis amica veritas".
En realidad esta frase se ha citado algunas veces con más acierto como "Amigo de Sócrates pero más amigo de la verdad", aunque la versión que pone a Platón en lugar de Sócrates es la más popularizada desde que Amonio la citó así en su Vida de Aristóteles. Cervantes, en el capítulo VIII de la segunda parte del Quijote, la cita tal como está puesta en el epígrafe de este capítulo.
Sea como sea, sea un filósofo u otro, lo haya dicho Aristóteles refiriéndose a Platón o algún otro filósofo con referencia a Sócrates, el caso es que la frase, que tiene todo los visos de ser auténtica, revela la absoluta confianza que tienen los más de los filósofos en la bondad de sus teorías.
No se puede decir a ciencia cierta quién fue el autor de la frase que se produjo en un momento, que suponemos de agria discusión, aunque se ignora también cuál fue la causa de la misma y las teorías que uno y otro filósofo sostenían.
Tanto si fue Platón, Aristóteles o cualquier otro filósofo griego, la frase demuestra que, ya desde antiguo, cada filósofo tenía su teoría que defendía a rajatabla creyéndose, como se ha dicho, en posesión de la única verdad. No por ser filósofo se puede dejar de ser dogmático.
Pero Platón en su Fedón, capítulo 91, nos da una versión distinta a las aquí apuntadas. Según él la frase la dijo Sócrates no a un filósofo, sino a sus discípulos: "Piensa en la verdad y no en Sócrates. Asiente conmigo si juzgas que mi opinión es verdadera, de lo contrario mantente firme ante mí para que mi entusiasmo no nos arrastre a ti y a mí mismo".
¿Será éste el origen de la frase?
Platón es, con Aristóteles, una de las dos cimas de la filosofía griega y la de todos los tiempos. Dos mitos se han hecho célebres: el del Carro Alado y el de la Caverna. El primero se encuentra en su obra Fedro o del amor y el segundo en la titulada La República.
Rafael Gambra, en su magnífico libro Historia sencilla de la filosofía , resume así los dos mitos:
"El alma -dice en el Fedro- es semejante a un carro alado del que tiran dos corceles -uno blanco y otro negro- regidos por un auriga moderador. El caballo blanco simboliza el ánimo o tendencia noble del alma; el negro, el apetito o pasión baja, bestial; el auriga, a la razón que debe regir y gobernar el conjunto. El alma así representada vivía en un lugar celeste o cielo empíreo, donde existió pura y bienaventurada antes de encarnar en un cuerpo y descender a este mundo. En este mundo o cielo de las Ideas el alma estaba como en su elemento, sin experimentar la contradicción entre la experiencia sensible y la inteligible porque existía allí la visión intelectual. El alma, en este lugar celeste, contemplaba las Ideas".
(Continúa)
CARLOS FISAS Frases que han hecho Historia