A veces a mi playa se remontan tus olas,
eres fuerza serena, húmeda y persistente,
eres canción de viento, rumor de caracolas;
¡qué elevación la tuya aun junto a mí yacente.
Y a veces agresiva contra mi acantilado,
rebotando el armiño de tus olas más negras;
oh, tormenta desnuda que en avance arqueado
me tomas por asalto, y al fin te desintegras.
1742
No desciendas los párpados, ni cubras el espejo,
contempla el engranaje de los cuerpos desnudos,
la geométrica gloria de formas que manejo,
de círculos, de curvas y de ángulos agudos;
la espléndida aritmética de números sensuales,
la física mecánica de émbolos en acción,
cada ciencia nos brinda sus propios recitales,
fascinémonos ambos en nuestra observación.
1743
Acurrucado en tu regazo sueño
que la noche se esconde de la aurora,
y no será encontrada; trepadora
vendrá la luz, y su esplendor risueño
embestirá el balcón y las ventanas,
y la noche, escondida
detrás de las persianas,
pretenderá permanecer dormida.
Oh noche, prolongada ya en mi mente,
prorroga tu hora indefinidamente.
1744
El alba, y el crepúsculo, y la rosa,
y el bosque, el mar, las nubes, y los ríos,
son formas muertas, ámbitos vacíos,
a la mente insensible, nebulosa.
Sólo quien sabe contemplar, percibe
la belleza flotando en el ambiente;
o tal vez al mirar atentamente
cada cual a su modo la concibe.
1745
No me digas de orillas ni de lados,
ni de proximidad, para tenerme,
que aunque contiguos, son distanciamientos.
Dime de estar por fin compenetrados,
así, si por azar fuera a romperme,
quedarían en tu alma mis fragmentos.
*F.A.H*