De La flauta mágica - "Die Zauberflöte." Ópera de
Wolfgang Amadeus Mozart.
Dúo Papageno – Papagena.
Escena
He elegido a Papageno y he escogido una de las escenas en las que él es el protagonista. Se trata de una de las escenas finales. Es en la que éste, casi al término de la obra va a ahorcarse porque creía que Papagena ya no lo quería. La he escogido porque una vez más le da algo de humor a la obra y porque mediante esta escena Papageno vuelve a demostrar la importancia en la vida de ser feliz. Además resulta chocante que sea el mismo el que se autoconvence para no suicidarse.
Cuadro 9º: Pequeño jardín
Papageno, al ver que ha perdido a Papagena, la busca desesperadamente cantando y tocando su silbato ("Papagena, Papagena, Papagena!"). Decide ahorcarse. Con una cuerda se acerca a un árbol. Pide que se apiaden pero no se oye nada. Se dispone a colgarse resignado. Los tres muchachos le detienen y le aconsejan que toque sus campanillas. Es el famoso dúo, donde se encuentra con su amada Papagena, con la que decide tener muchos hijos Papagenos.
Papageno
Se trata de un cazador de pájaros, de carácter alegre y locuaz. Es un personaje cómico, divertido, inocente, mundano y también algo mentiroso. Vive apartado del resto del mundo, lo que le hace tener un nivel bajísimo de conocimientos. Esta incultura y desconocimiento se puede ver reflejada en varios ocasiones de la obra. Es un vendedor de pájaros que comerciaba con la Reina y que es obligado a ayudar a Tamino en su misión, lo que para él resulta una arriesgada aventura. Durante la obra se enamora de una criada del Castillo, Papagena. Debido al alegre colorido de su vestuario y al sonido de las alegres campanillas imprime un carácter jovial a la obra. Estas cuelgan de su jaula, y además siempre lleva consigo un caramillo.
Papagena
Es un personaje enigmático. Comienza siendo una vieja criada del castillo, pero al final resulta ser una bellísima mujer pájaro de carácter similar al de Papageno. Al igual que éste es alegre y divertida. Tiene un aspecto juvenil y radiante. Puede ser fruto de los deseos de Papageno, en la consecución de sus ideales de placeres mundanos que se aprecian desde el comienzo de la obra y que se hacen realidad en ella.