mejora personal
“Me enamoro
constantemente”
En cada nuevo encuentro, su corazón late a toda velocidad confundiendo la pasión con un dulce espejismo. Son personas que se enamoran fácilmente pero, ¿cómo son estos amantes que encadenan flechazos y decepciones sucesivamente?
Los amores son historias más o menos accidentadas que acontece entre hombres y mujeres. En ellas intervienen factores innumerables que complican y enmarañan su proceso hasta el punto que, en la mayor parte de los casos, hay en los amores de todo menos eso que en rigor merece llamarse amor.” Con estas reveladoras palabras inicia Ortega y Gasset su ensayo Estudios sobre el amor. La sensación que ofrece el enamoramiento es casi hipnótica. Gozar de este tipo de ilusión es para las personas que se enamoran constantemente una forma de huir de la realidad, que, a menudo, ellos perciben como descomunal.
En la adolescencia
En muchas ocasiones se asocia la facilidad para enamorarse con la adolescencia. La psicóloga María Jesús Álava explica que “se vuelcan mucho a nivel emocional, son capaces de darlo todo y de sentir que pueden morir cuando la relación termina, cuando en realidad tan sólo llevaban juntos tres semanas. Este comportamiento es habitual en lo jóvenes, pero es sólo preocupante cuando va ligado a la excesiva promiscuidad sexual: sus relaciones íntimas no les satisfacen, están vacías, por lo que acaban alejándose del sexo”.
Inseguridad y madurez
En la edad adulta las personas inseguras y dependientes emocionalmente necesitan estar con alguien porque sino su vida parece no tener sentido. Cuando descubren que la persona a la que aman en realidad no es como habían imaginado, se sienten decepcionadas. María Jesús Álava añade: “Las personas con baja autoestima también pueden enamorarse con facilidad. Sólo se sienten bien cuando están con alguien, cuando están pendientes de ellas. Es posible que incluso ellas no estén enamoradas, pero si no están con alguien no encuentran su equilibrio. Cuando dejan de tener la atención de esa persona buscan a otra que sí se la preste”.
La soledad
Otros de los motivos que nos lleva a centrar vida en otras personas es el sentirnos solos. Nuestra experta apunta que en este caso, “tras una relación más o menos duradera, pasan por una etapa de dolor, sufrimiento y soledad. A menudo esto les sucede a aquellas personas que durante la relación han desatendido a los amigos y familia, y sólo se han preocupado de su pareja. Cuando la relación falla y sienten no tener a nadie, se precipitan en la siguiente relación, y si no funciona, en otra, y otra, y así sucesivamente. Intentan compensar las áreas desatendidas de su vida con una nueva pareja”.
IDOIA RUIZ
Conducir nuestra propia vida
“Hay personas que no gobiernan su vida, no son dueñas de sus sentimientos, tapan carencias y confusiones con el otro. En todo caso es importante profundizar en la fase del autoconocimiento personal. No son conscientes de sus debilidades ni de cómo son. Deben mejorar en ese sentido para conseguir un equilibrio emocional. Deben buscar relaciones afectivas que les proporcionen equilibrio y no lo contrario”, explica Álava.
Ser uno mismo
Una relación es una oportunidad fantástica de crecimiento. Es importante no quemar etapas. A veces la necesidad de enamorarse nos lleva a vivir las cosas demasiado rápido, e incluso podemos presionar en exceso al otro o dejarnos manipular. Es importante no renunciar a ser nosotros mismo con tal de gustar a los demás, y así crecer y madurar.
Reorientar las emociones
La tendencia al arrebato amoroso corresponde muchas veces a personalidades hiperemotivas para las que la vida sin pasión sólo engendra frustración. Pero antes de llevar las emociones al terreno amoroso, donde a menuda estas personas se sienten decepcionadas, es necesario que estas personas aprendan a moverse en otros ámbitos para que sus necesidades pasionales puedan canalizarse. Un ejemplo podría ser los deportes de aventura, las actividades artísticas, etc.
Cele -Celestino-
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