¡Recuerdos!
Recuerdo tu mirada de verde trigo,
mirándome con cariño a los ojos,
aquella tarde que me enfadé contigo,
me escuchabas sin reproches ni enojos.
Ahora miro impotente por mi ventana.
por si te veo llegar con tu alegre sonrisa,
pero no vienes y pienso que quizás mañana,
te sigo esperando inquieta, imprecisa.
Pero pasan los días y ni una llamada,
con tristeza pienso que esta vez si te perdí,
te tomaste en serio mi enfado de niña mimada.
¡Ay! cómo recuerdo con nostalgia lo dichosa...
que fui.
Soledad García Baena