Baladas románticas
Hoy he tenido la visión de mi niñez. Tú tenías un corazón blanco de ensueño y candidez. Al encontrarnos otra vez, hoy he tenido la visión de mi niñez.
Después de tantos años, hoy te he vuelto a ver. Tú eres idéntica y yo soy una ironía de mi ayer. En mí yo siento un otro ser. Después de tantos años, hoy te he vuelto a ver.
Entonces era el porvenir encantador. Los dos queríamos vivir, porque la vida era el amor. Y aunque entrevimos el dolor, entonces era el porvenir encantador.
Por un momento nada más tengamos fe. ¿Por qué no han de volver jamás aquellos días en que amé?
ALBERTO J. URETA
Novato
|