Se usa esta expresión para ponderar la exquisitez. Covarrubias en su Tesoro de la lengua... (1611) escribe: "Para encarecer una cosa de excelente solemos decir que es la flor de la canela...". También Lope de Vega en La gatomaquia (1634), refiriéndose a unas hermosas gatas:
Vino Miturria bella
Motrilla y Palomilla
la flor de la canela y de la villa.
Añado que esta expresión ponderativa se hacía por considerar cómo debía ser la flor de la canela, siendo la simple corteza tan olorosa. Nadie había visto tal flor y cuando, en Ceilán, quien esto escribe la contempló por primera vez, se le antojó que no era para tanto. Son sus flores no feas pero pequeñas, blancas y verdosas. Desde luego, sin la belleza de la rosas o la espectacularidad de las orquídeas.
Néstor Luján Cuento de cuentos