Los movimientos feministas la han reivindicado como paradigma de la mujer liberada, a pesar de que estuvo casada y se mantuvo virgen. Sin embargo, su carácter decidido y personalidad arrolladora, propios de una mujer entregada al pensamiento y la enseñanza, han hecho de ella un claro ejemplo de superación personal . su fidelidad al paganismo, en un momento de auge del catolicismo teodosiano como nueva religión del estado, y su cruel linchamiento a manos de cristianos dieron la actual fama a Hipatia.
Un mundo de hombres
Hija del astrónomo Teón, Hipatia nació en Egipto (año 355 o 370) y se educó en un ambiente académico y culto, dominado por la escuela neoplatónica alejandrina. Aprendió matemática y astronomía de su padre, quien además le retransmitió su pasión por la búsqueda de lo desconocido. Así, Hipatia se centró en los estudios lógicos y las ciencias exactas, desdeñaba el misticismo y llevaba una vida ascética. Creó un escuela donde educó a un selecto grupo de aristócratas cristianos y paganos que ocuparon altos cargos, entre ellos el obispo de Ptolemaida, Sinesio de Cirene, que mantuvo una importante correspondencia con su maestra.
Contracorriente
Hispatia era pagana y le tocó vivir tiempos duros para el declinante paganismo. Los filósofos neoplatónicos como Hipatia pronto fueron objeto de fuertes presiones. Algunos se convirtieron al cristianismo, pero Hipatia no consistió en ello a pesar de los consejos de los amigos, como el caso de Orestes, prefecto imperial y alumno suyo, que se había bautizado en Constantinopla antes de ir a desempeñar su cargo en Egipto. A pesar de su paganismo, Hipatia contó con la estima y protección de estas élites intelectuales cristianas, e incluso 120 años después de su muerte, el historiador Sócrates Escolástico, muy valorado por su imparcialidad, la consideraba, a pesar de su religión, un modelo de virtud, como reflejan sus textos.
Tragedia en plena calle
En plena Cuaresma, un grupo de fanáticos, dirigidos por un lector de nombre Pedro, se abalanzó sobre la filosofa mientras regresaba en carruaje a su casa, la golpearon y arrastraron por toda la ciudad hasta llegar al Cesáreo, magno templo edificado por Augusto tras su victoria sobre Marco Antonio y convertido en catedral de Alejandría. Allí, tras desnudarla, la golpearon con tejas hasta descuartizarla, y sus restos fueron paseados triunfalmente por la ciudad hasta llegar a un lugar denominado el Cinareo, donde la incineraron. Debía tener unos 60 años en el momento de su muerte. Tras el asesinato no hubo más actos violentos contra filósofos paganos de Alejandría, cuya escuela siguió floreciendo hasta el pleno siglo VII, sin que su actividad se viera interrumpida, ni siquiera por el cierre de la Academia de Atenas en tiempos de Justiniano I (529).
El legado
Escribió libros sobre geometría, álgebra y astronomía, pero no se conserva ninguna de sus obras. Sus trabajos se conocen gracias a sus discípulos, como Sinesio de Cirene o Hisiquio de Alejandría.
Polémica tras su muerte
Después de su cruel asesinato se publicó en su nombre una carta falsificada que atacaba al cristianismo. Varias décadas después el rector pagano Damascio, deseoso de explorar el escándalo de la muerte de Hipatia, culpó directamente a los cristianos y fue el primero en achacar expresamente el crimen al patriarca Cirilo, atribuyéndolo a los celos que sentía de la influencia de Hipatia sobre la oligarquía urbana.
PSYCHOLOGIES
Cele -Celestino-