Muchas veces también...
Muchas veces también, por no decir que casi todas, el amor se halla en las cosas más simples,
un botón desabrochado, un pañuelo con indicios de alguien, la adivinanza de una frase incompleta, o decir dos lo mismo cuando no sabíamos qué decir, o un punto de sal en la piel, o una raya de plomo en una pierna. Todo aquello que no esperábamos del amor, y que viene de él.
Entonces, alargamos las manos, palpamos el objeto deseado, nos lo quedamos, y no queremos otro reino.
MÁRIUS SAMPERE
Novato |