VIDA
Vida... si te dijera que ella ya no desea mis besos, mis manos inquietas buscando arreboles, si te dijera que el cielo ya no me atrae, que el río helado de mi sangre no llega al mar para confundirse en su inmensidad...
Si te dijera, vida, que no encuentro paz en mi desolación, y que lo único que me importa es dormir para no ver nada más que su imagen de ensueños, entonces... dirás que peco de injusto, y tal vez deba darte la razón.
Mas, ¿sabes qué? No puedo seguir así, llorando imposibles, derrotando espectros por instantes, y al mismo tiempo decir que estoy vivo... ¡Porque no lo estoy...!
Juan José Mestre
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