Teresa Wilms Montt
Nacida en Viña del Mar -Chile- el 8 de septiembre de 1893, fue la segunda hija de los aristócratas Federico Wilms y Luz Montt. Educada por institutrices y profesores particulares como dictaba la sociedad de la época, se suponía que Teresa sería una más de las "señoritas" que se casaría con el hombre adecuado y daría a luz a todos los hijos que Dios le diera. Agregar nieta de presidente, de sus ascendentes Pero Teresa tenía un espíritu audaz y trasgresor. Su único deseo era escapar de la jaula de oro en que la tenía su familia, por lo que a los 17 años se arranca para contraer matrimonio con Gustavo Balmaceda, de quien estaba profundamente enamorada. Sin embargo, la familia Wilms Montt nunca la perdonó por haberse casado con un hombre que no les gustaba. Incluso, resintieron el nacimiento de las dos hijas de la pareja: Elisa (1911) y Silvia (1913).A poco andar el matrimonio, comenzaron las desavenencias entre Gustavo y Teresa, principalmente debido a las molestias del primero ante la personalidad de su mujer, quien había comenzado a frecuentar tertulias y ateneos y se había adscrito a los ideales anarquistas y a la masonería. Gustavo reaccionó resguardándose en el alcohol y el juego; Teresa en su amigo y primo de Gustavo, Vicente Balmaceda Zañartu. Estos hechos acarrearon numerosos conflictos conyugales, hasta que el esposo convocó a un tribunal familiar que decretó su enclaustramiento en el Convento de la Preciosa Sangre, al que ingresó el 18 de octubre de 1915. Durante su estada en el convento, comenzó a escribir su diario, en el cual consignó sus sentimientos respecto a la pérdida de sus hijas, a su separación de Vicente Balmaceda y las motivaciones de su primer intento de suicidio el 29 de marzo de 1916. Teresa escapó del convento con rumbo a Buenos Aires, ayudada por Vicente Huidobro en junio de 1916.
En Buenos Aires, colaboró en la revista Nosotros, en la que también lo hicieron en su oportunidad Gabriela Mistral y Ángel Cruchaga Santa María, entre otros. También, publicó su primera obra Inquietudes sentimentales, un conjunto de cincuenta poemas con rasgos surrealistas que gozó de un éxito arrollador en los círculos intelectuales de la sociedad bonaerense. Lo mismo ocurrió con Los tres cantos, obra en la que exploró el erotismo y la espiritualidad.
De Buenos Aires viajaría a Nueva York, donde fue acusada de espía alemana, por lo que fue tomada prisionera y deportada a España, donde se convirtió en la musa del gran pintor español Julio Romero de Torres, e iniciaría amistad con Antonio y Manuel Machado, Gómez de la Serna y Ramón del Valle-Inclán, con quien incluso habría escrito un libro a cuatro manos.
Dos años después de esta obra, tras viajes a Barcelona y Nueva York, volvió a Buenos Aires y publicó Cuentos para hombres que todavía son niños. En él, evocó su infancia y algunas experiencias vitales, en narraciones de gran originalidad y fantasía.
Siguió publicando sus obras en Barcelona y después viajó por Europa, visitando Londres y París, pero manteniendo siempre residencia en Madrid. En el año 1920 se reencontró con sus hijas en París; pero tras la partida de ellas, enfermó gravemente. En esta crisis, consumió una gran dosis de Veronal y falleció el 24 de diciembre de 1921.
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