La autoestima tiene dos componentes: un sentimiento de capacidad personal y sentimiento de valía personal.
En otras palabras, la autoestima es la suma de la confianza y el respeto por uno mismo.
Refleja el juicio implícito que cada uno hace de su habilidad para enfrentar los desafíos de la vida (para comprender y superar los problemas) y de su derecho a ser feliz (respetar y defender sus intereses y necesidades).
Tener una alta autoestima es sentirse confiadamente apto para la vida, es decir, capaz y valioso, en el sentido que acabo de indicar. Tener una autoestima baja es sentirse inútil para la vida, equivocado, no con respecto a tal o cual asunto, sino equivocado como persona.
Desarrollar la autoestima es desarrollar la convicción de que uno es competente para vivir y merecer la felicidad y por lo tanto, ayuda a alcanzar nuestras metas y experimentar la plenitud. Desarrollar la autoestima es ampliar nuestra capacidad de ser felices.
Cuanto más alta sea nuestra autoestima, mejor preparados estaremos para afrontar las adversidades: cuánto más flexibles seamos, más resistiremos las presiones que nos hacen sucumbir a la desaparición o a la derrota.
DESARROLLO DE LA AUTOESTIMA
- Deje de criticarse y empiece a apreciarse a sí mismo.
- El aceptarse le ayuda a hacer cambios.
- Empiece a aprobarse.
- Dése permiso para avanzar
- Puede dejar de preocuparse
- Escúchese, Vd. sabe lo que le es más provechoso.
- Vd. merece ser feliz.
- Decida tratarse bien.
- Tome el control de su vida.
- Concéntrese en lo bueno de las personas y de las situaciones.
- Vd. elige sus pensamientos.