desarrollo personal
Una virtud
llamada
egoísmo
-1º-
Una buena dosis de egoísmo no hace daño a nadie. Al contrario. Es vital para tomar las riendas de nuestra vida y sanear las realaciones con los demás. Claves para lograr alcanzar un mayor equilibrio.
A Mónica, de 39 años, le ofrecen en su trabajo un ascenso y un aumento de sueldo. Lo que debería ser una alegría y motivo de satisfacción, se convierte para ella en un gran dilema. ¿Qué debe hacer? ¿Pensar en ella o pensar en su familia? Aceptar supone una mayor dedicación y pasar menos tiempo en casa pero personalmente, es un orgullo. Renunciar, implica seguir estando disponible para los suyos pero intuye que si lo rechaza esta afectará, a la larga, a su relación. Es muy probable que si renuncia, Mónica acabe por sentirse fustrada y que termine echándoselo en cara a su pareja y a sus hijos.
Al igual que le sucede a Mónica, muchas veces anteponemos la necesidades de los otros, la felicidad de ellos a la nuestra, como si nos sintiéramos responsables de los demás. Damos con la secreta esperanza de que nuestros esfuerzos y nuestra abnegación se verán recompensados. Que si queremos, nos querrán, que si damos, nos darán, que los de más sabrán valorar los esfuerzos que hacemos por ellos.
Sin embargo, el sacrificio no siempre es bueno, como explica la psicóloga clínica Coks Feenstra: "No creo que una abnegación personal total sea sana, a no ser que uno lo sienta como una tarea en su vida. Este fue el caso de Teresa de Calcuta. En ella confluían caracteristicas como la responsabilidad, el amor al prójimo y la obligación de modo armonioso. Pero quitando estos casos excepcionales, toda persona necesita tomar decisiones o hacer cosas que anhela, aunque estas duelan a otros, ya sean los padres, la pareja o los amigos".
Mejora la autoestima
Para sentirse bien con uno mismo, es necesario practicar lo que especialistas como Rachael y Richard Heller, Cosks Feenstra o la psicóloga Mila Cahue llaman egoísmo sano o positivo. La actriz Carmen Maura explicó las razones en la entrvista concedida a Psychologies: "La gente que está contenta con su vida y es positiva, ayuda mucho. Por eso, nuestra primera obligación es ocuparnos de nosotros mismos. Tenemos que aprender a ser egoísta".
El problema está en que la palabra egoísmo sigue asustando. Y no es para menos. Para la Real Academia de la Lengua Española, el egoísmo no es otra cosa que "un imoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente el propio interés, sin cuidarse del de los demás". Sin embargo, el agoísmo positivo no tiene que ver con el egocentrismo. "No se trata de hacer todo para uno mismo, sino de hacer lo que mejor nos conviene para que las relaciones con los demás, o con los distintos aspectos de nuestra vida se produzca de forma equilibrada, satisfactoria, y en beneficio de todos", asegura la psicóloga MIla Cahue.
Carolina de 49 años, lo vivió en carne propia: "Cuando mi hijo Luis me dijo que se iba de casa para independizarse, me lo tomé muy mal. Llevaba tanto años centrada en él que me asustaba pensar en el vacío que iba a dejar en mi vida -afirma-. Siempre había antepuesto sus necesidades a las mías y su decisión me pareció una ingratitud brutal. Pero luego resultó tremendamente beneficioso para ambos: él aprendió a vivir por su cuenta y yo retomé aspectos de mi vida que tenia abandonados", confiesa.
"Decisiones de este tipo no son fáciles, ya que crean una carga de remordimiento, pero al mismo tiempo aportan claridad. El que un joven decida tomar las riendas de su vida y salir de casa a pesar de la tristeza que provoca en su madre, es un acto de egoísmo sano que le permitirá a él madurar y a su madre desplegar otras facetas de su vida. Significa un crecimiento para ambos".
(Continúa)
Cele –Celestino-
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