La pecadora arrepentida.- Liane de Pougy
Musa del París dorado de la Belle Epoque, mujer de costumbres fastuosas y libertinas, de prostituta de lujo a princesa por matrimonio, terminó sus días cercana a la santidad en un convento de dominicas. Una historia que podría inspirar el más rocambolesco folletín televisivo al uso. Todo eso está reflejado en la vida de Liane de Pougy, nombre “artístico” de Anne Marie Chassigne. Su vida comienza como la de cualquier joven de clase media de finales del siglo XIX, casada muy joven, parecía estar dispuesta a ser una madre de familia abnegada. Sin embargo, por su cuidada formación y carácter temperamental, su ciudad natal se la quedaba pequeña, y su matrimonio era una asfixia insoportable, de modo que a la primera ocasión, consiguió el divorcio de su marido, con infidelidad e intento de asesinato incluidos. Ya libre, se traslada a la capital, París, donde tiene que trabajar en el cabaret para poder ganarse la vida. Pronto, destacó entre todas sus compañeras por su belleza y sus cualidades innatas. Su éxito entre el público masculino, la llevó a ser considerada la mejor de las damas de compañía de lujo, situación está que se lograba solo con una elevada cultura y belleza, convirtiéndose en objeto de deseo y admiración de los hombres más revelantes de la sociedad del momento. Sus admiradores debían “entretenerla” con ricos regalos, manteniendo a su “protegida” en el lujo más absoluto. Esta posición tan favorable, fue aprovechada de Liane, la cual, casó después de 20 años de vida licenciosa, con un noble rumano, que la convirtió de la noche a la mañana en princesa. Su vida junto con el Principe Ghika, fue completamente tormentosa. Su relación se rompió en varias ocasiones, siempre por infidelidades del marido de Liane, el cual aceptaba con devoción las infidelidades de su esposa, no aceptando ella ningún “afaire” por parte de su esposo. Se dice incluso que por aquella época, Liane conoció a varias mujeres, con las que mantuvo relaciones intimas. Sin embargo las separaciones entre ambos no fueron duraderas, sabían que estaba hechos el uno para el otro, durando su matrimonio hasta 1943, momento en el que muere el príncipe. A partir de ese momento, Liane, entra en un convento de dominicas, mostrando auténtico arrepentimiento por su vida anterior. De hecho, su fe y sus actos de contrición fueron en aumento, llegando al momento de su muerte con fama de santa. Falleció el día de Navidad de 1950, año santo de la iglesia, hecho tenido por casi milagroso, al haber expresado Liane en vida su deseo de morir en esa fecha, como símbolo de perdón divino. Evidentemente, esta mujer conseguía todo lo que se proponía.
|