Buscarle los tres pies al gato
Modismo
Esta expresión es más complicada puesto que, buscarle tres pies al gato es una frase corrompida, ya que el verdadero refrán parece ser "Buscarle cinco pies al gato". Así viene, por ejemplo, en el Tesoro de la lengua castellana o española, de Sebastián de Covarrubias (1611): "Busca cinco pies al gato se dice de los que con sofisterías y embustes nos quieren hacer entender lo imposible; nació de que uno quiso probar que la cola del gato era pie". Efectivamente, en el Vocabulario de refranes, del maestro Correas, obra contemporánea al citado Tesoro, el dicho "buscáis cinco pies al gato y no tiene más que cuatro; no, que cinco son con el rabo".
No obstante, el Don Quijote, contemporáneo también de estos dos libros, trae en la primera parte, capítulo XXIII, la expresión "tres pies al gato". Cuando el comisario que lleva los galeotes apostrofaba a Don Quijote, que quiere liberarlo, le dice: "Váyase vuestra merced, señor, norabuena, su camino adelante y enderece este bacín que trae en la cabeza y no ande buscando tres pies al gato". "Vos sois el gato, el rato y el bellaco", respondió Don Quijote. Ello quiere decir que esta frase proverbial ya se usaba indistintamente con los cinco y los tres pies. Don Francisco Rodríguez Marín, puntual anotador del Don Quijote, en una erudita nota al pie de página, observa que en aquella época usan "buscar los tres pies al gato", amén de Cervantes, el paremiólogo doctor Luis Galindo, fray Luis de Aliaga y el autor de la comedia de Eufrosiana, y aluden a los cinco. Y otros como el doctor Laguna, Feliciano de Silva y Diego Sánchez de Badajoz dicen "buscar cinco pies al carnero", como dicen los franceses e italianos.
El Diccionario de la Real Academia Española, edición 1970, define: "Buscar cinco o tres pies al gato, es empeñarse temerariamente en cosas qe pueden acarrearle daño".
Néstor Luján Cuento de cuentos
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