superar complejos

3 pistas

para deshacerse de los complejos

- y 2º -

Amar

El acomplejado huye del amor. Si una persona le gusta, existe el riesgo de que le dé la espalda para no afrontar un rechazo. Si inicia una relación, para no poner en duda la imagen negativa de sí mismo, desvaloriza a la persona que ama pensando: “si se interesa por mí, debe ser un inútil”.

Distorsión de la realidad

Tal y como nos explican las psicólogas: “La persona con una autoestima baja hace un filtro negativo de la realidad y puede centrarse en un aspecto, o muchos, de su persona que no le agrada, lo cual da lugar a lo que llamamos complejo. De modo que, ante lo positivo que la pareja pueda decirle, la persona con un complejo (o más de uno) lo relativiza y no se lo acaba de creer. Esto puede hacer que la pareja se sienta impotente y puede crear, a la larga, distanciamiento entre ellos. Los complejos físicos pueden afectar a las relaciones sexuales, ya que probablemente la persona se sentirá poco deseable. En cuanto a los complejos psicológicos, pueden dar lugar a malos entendidos, sobre todo cuando la persona afectada idealiza a la pareja y se compara con ella. Es frecuente que cuando uno/a se centra en sus defectos (realizando una distorsión de los pensamientos) vea a los otros como mejores o crea que todo en ellos es positivo. Ante este tipo comparaciones uno no se siente a gusto consigo mismo ni con los demás, y es aquí donde pueden aparecer las discusiones, malos entendidos, distanciamiento con las personas que tenemos a nuestro alrededor. Muchas veces nos intentan animar quitando importancia a los complejos, pero si la persona no se cree los comentarios o piensa: “Me lo dice sólo para animarme”, “tú, que me miras con buenos ojos”, etc., puede provocar conflictos y malestar dentro de la `pareja o de la relación de amistad. Sentirnos queridos no es que nos ayude, es que resulta imprescindible.

El poder del amor

Remarcamos que se trata de sentirse querido, no de ser querido. Es imposible tener una autoestima elevada y fuerte si no nos sentimos queridos por los demás”.

El amor es la mejor medicina. Puede curarnos realmente, a condición que lo aceptemos. Necesitamos la mirada cómplice de los otros. Si aceptamos la forma en que nos ve quien nos ama, podemos restaurar nuestra imagen.

Dejarse querer es lo más difícil. Una vez lo hacemos, nuestro cuerpo nos ayuda. Amar activa una cascada de hormonas y de modificaciones fisiológicas en nuestro organismo. Enamorados, nos sentimos más seguros y optimistas.

NÚRIA BERLANGA