El amor es el deseo de hacer el bien a los demás.
El Libro de Urantia, Pág. 648
La imagen de hoy habla por sí misma, porque sin lugar a dudas que no hay nada que se dientifique tanto con el amor como una madre, pues ella sin importar la edad que el hijo tenga o lo ingrato que él pueda ser, lo seguirá amando mientras tenga vida, porque su amor es completamente desinteresado, ama sin esperar la recompensa.
Amar es hacer el bien nos dice la cita, pero ¿qué es hacer el bien a los demás? ¿Es dar limosnas? ¿Es colaborar en obras de beneficiencia o en organizaciones que se preocupan de salvar al planeta de la contaminación y de salvar a los animales en peligro?
Sin duda que todo esto es hacer el bien, pero con la vida ajetreada de hoy y con la crisis económica no siempre podemos hacer lo antes dicho, sin embargo hay un bien mucho más sutil si se quiere, pero que podemos ejercer todos y siempre, sin importar donde o con quien estemos.
Y ese bien es aprender a entregarnos nosotros mismos, es tener gestos de amabilidad con aquellas personas que de una u otra manera están a nuestro servicio: con las nanas que cuidan nuestra casa, con el jardinero, con la cajera o la promotora del súper mercado, con la persona que nos limpia y cuida el auto...personas anónimas que están cansadas y a quienes una palabra, una sonrisa las puede sacar de su rutina y contactarlas con una energía positiva. Una buena manera anónima como debe ser el bien que hacemos, es pagar sueldos un poquito más alto que lo estrictamente justo y dar buenas propinas, a nosotros unas monedas más o menos no significan gran cosa, en cambio ellos no sólo valoran el dinero sino el gesto nuestro porque los hace sentirse tomados en cuenta como seres humanos, porque lo que realmente vale no es lo que damos en sí mismo, sino en cómo hacemos sentir a la gente.
Pero se da la paradoja, que muchas veces somos muy buenas personas con los extraños, pero se nos olvida serlo con los más cercanos, con nuestros familiares. Es como si al llegar a casa nos sacáramos la máscara de las buenas costumbres y del buen trato y saliera a relucir sin filtro alguno todo nuestro cansancio, mal humor, gritos y malos modales...
"El bien y el mal no son palabras que simbolizan niveles relativos de la comprensión humana"1457 por eso el hacer el bien es un estado de conciencia que nace en forma natural y espontánea cuando estamos bien en nuestro interior, hay un axioma que dice con mucha verdad "yo estoy bien, tú estás bien" porque si en nosotros hay paz interna, si nos sentimos unidos al Espíritu divino que en nosotros mora, vamos a tener la comprensión y la empatía suficiente para comprender y perdonar cualquier falta de nuestro prójimo y va a primar en nosotros el amor.
El amor es tan valorado por Dios, que Jesús nos dice que "la adoración es la técnica de buscar en el único, la inspiración para servir a muchos." así de simple, no se nos pide que nos extasiemos en los dones inigualables de Dios que son incomprensibles para nuestra mente finita, se nos pide algo aparentemente mucho más simple y efectivo, como es el preocuparnos de servir a los demás.
yolanda silva solano