La Nooesfera.
Yolanda Silva Solano.
Hace no muchas décadas atrás, el hablar del poder de la mente y los efectos de los pensamientos, sonaba a esoterismo, sin embargo hoy en día esto se ve avalado por la ciencia que ha logrado medir las ondas cerebrales conscientes, llegando a la conclusión que la existencia humana tiene un carácter psíquico y por ende noosférico, es decir, en continua conciencia global. Lo que debe quedar claro es que el cerebro genera ondas y éstas pueden llegar a producir interferencias en comunicaciones inalámbricas, hasta llegar a prender y apagar luces, porque “Los organismos antecedentes a la inteligencia, reaccionan a los estímulos del medio, pero aquellos organismos que reaccionan al ministerio de la mente, pueden ajustar y manipular el medio ambiente”
“El cerebro físico con su sistema nervioso correspondiente, dispone de una capacidad innata para responder al ministerio de la mente, al igual que la mente en vías de desarrollo dispone de cierta capacidad innata de receptividad espiritual y por tanto entraña potenciales de progreso y logros espirituales. Las evolución intelectual, social y espiritual dependen del ministerio mental.”
Pero, esto ocurre no solamente con la mente humana, sino que también existe “la capa mental de la tierra” o “la génesis de lo psíquico” que es la Noosfera quien opera en la fase primaria del aspecto psíquico del ser humano el cual puede ser comprobado por medio del electro encéfalo grama, que es quien mide las ondas cerebrales conscientes.
La Noosfera es una palabra y un concepto acuñado conjuntamente por Jules le Roi, filósofo francés y estudiante de Henri Bergson, el paleontólogo jesuita Pierre Teilhard de Chardin y el geoquímico ruso Vladimir Vernadsky, en París en 1926. En la raíz de la definición primaria de la noósfera hay una percepción dual: que la vida en la Tierra es una unidad que constituye un sistema entero conocido como la biosfera; y que la mente o conciencia de la vida con todo el sistema de vida. La capa pensante de la Tierra, constituye una unidad que es discontinua pero coextensiva con todo el sistema de vida en la Tierra, incluyendo sus sistemas de soporte inorgánicos. Una tercera premisa crucial que surge de las dos primeras es que la noosfera define la próxima etapa inevitable de la evolución terrestre, que abarcará y transformará la biosfera.
La biosfera es la delgada capa de la tierra y su atmósfera que cubre la superficie del planeta, y en la que viven todos los seres vivos. Es una zona relativamente delgada que está formada por los océanos, lagos y ríos, la tierra firme y la parte inferior de la atmósfera, que es capaz de mantener la vida en el planeta. Es la parte de la superficie terrestre donde, gracias a la actividad de los ecosistemas, la energía de las radiaciones solares produce modificaciones fundamentales, químicas y físicas, de la materia minera y la transforma en materia orgánica viva, que se organiza en un tapiz vegetal, fuente de vida para los animales y los humanos.
Es sabido que desde el siglo pasado, los más altos organismos están preocupados por ella, como quedó demostrado en la Asamblea General de las Naciones Unidas del 26 de junio del 2009, en donde su Presidente destacó que no se podía hablar de la crisis económica, sin hablar también del medio ambiente, del calentamiento global porque había que salvar a la madre Tierra y citó Teilhard de Chardin quien decía: estamos asistiendo a la emergencia de una nueva era para la Tierra y la humanidad va a irrumpir la Noosfera, después de haber irrumpido en el proceso evolutivo la antroposfera, la biosfera, la hidrosfera, la atmósfera y la litosfera. Ahora es la nueva esfera, la esfera de las mentes y de los corazones sincronizados: la noosfera. Como saben noos (nus) en griego significa el espíritu y la mente unidos al corazón”
Vale la pena recalcar y tomar en cuenta esta frase: “el espíritu y la mente unidos en el corazón” porque si los seres humanos fuésemos capaces de alcanzar esta unión, podríamos salvar no sólo a nuestro planeta, sino que nosotros mismos podríamos avanzar en amor y sabiduría, porque “la evolución material nos ha proveído de una máquina vital que es el cuerpo. El Padre nos ha dotado de la realidad espiritual más pura conocida como es el Espíritu que en nosotros mora. Pero en tus manos, sujeta a tu libre albedrío, se te ha dado la mente, y es por ella por la que vives o mueres. Es dentro de la mente que tomas las decisiones morales que te permiten alcanzar semejanza con Dios”
Nuestros pensamientos, los buenos y los malos tienen repercusión cósmica, no sólo en cuanto a nuestra salvación eterna se refieren, sino que ellos van formando la noosfera de la tierra y dictaminando su supervivencia, porque “ a través de casi interminables ciclos de adquisiciones y pérdidas, ajustes y reajustes todo organismo viviente, va cambiando en un vaivén de edad en edad. Los que logran la unión cósmica perduran, en cambio los que se quedan cortos en esta meta, dejan de ser”
De nosotros depende que surja una lenta pero irrefrenable irrupción de la noosfera y que los seres humanos nos vayamos aceptando cada vez más como hermanos y logremos formar una gran familia solidaria, compasiva, justa, pacífica y espiritual. Es preciso creer en ella, aun cuando a primera vista nos parezca una utopía, porque no lo es, debemos convencernos que “la predicación persistente de este evangelio del reino, traerá algún día una nueva e increíble liberación, libertad intelectual y religiosa a todas las naciones!
De nosotros depende que esta aparente utopía se transforme en realidad, no se nos están pidiendo grandes sacrificios, no se nos pide que dejemos nuestras ocupaciones y huyamos a las montañas, se nos pide simplemente que le demos significado a nuestra vida cotidiana. Que tengamos conciencia de lo que hacemos, que el sueño de la inconciencia sea reemplazado por una conciencia alerta del bien y del mal que nos rodea, no para vanagloriarnos del primero y quejarnos del segundo, sino para que seamos capaces de transmutar lo negativo en positivo, porque Jesús nos enseñó a derrotar al mal con el bien, porque “la posibilidad del mal es necesaria para la elección moral, pero la actualidad del mal, no es necesaria. Una sombra es sólo relativamente real. El mal no es necesario como experiencia personal y el mal potencial puede actuar igualmente como bien, cuando sirve de estímulo ante la toma de decisiones morales. El mal se vuelve una experiencia personal, sólo cuando una mente moral hace de él su elección”
La mejor forma de colaborar en forma eficaz con la noosfera, es con nuestros pensamientos positivos, no hagamos caso de quienes sólo hablan del acabo del mundo porque él está muy malo, creamos más bien en los millones de mentes que estamos luchando porque las cosas cambien, no por decretos, sino porque nuestro pleno convencimiento nos dice que debemos cambiar nosotros en forma individual, para que la regla de oro sea capaz de cumplirse en todos los que nos decimos creyentes, sin importar la religión a la que pertenezcamos, porque “todas las religiones son buenas, en cuanto acercan al hombre a Dios”
Necesitamos sobrepasar las crisis financieras, necesitamos del capital si queremos resurgir de las cenizas como el Ave Fénix, pero por sobre todo, lo que más necesitamos es renovar el capital humano, volver a sonreír y a tener fe en un mundo mejor, sin esperar que sean otros los que lo hagan, sino que seamos nosotros los pioneros de un mejor mundo, elevando nuestras vibraciones, cuidando el poder de la palabra, respetándonos a nosotros mismos al cumplir con nuestras decisiones sostenidas en el tiempo, que seamos capaces de unirnos en torno a ideas diferentes, pero que van orientadas al bien común, para que de esta forma la Tierra sea un verdadero hogar que reúna a todos sus hijos sin diferencias, como lo hace nuestro Padre de los cielos.
Limpiemos nuestras conciencias de la desidia y de la rutina y vamos por la vida alegremente, preguntándonos ¿qué bien puedo yo hacer aquí? En vez de pensar en que dividendo puedo sacar…
Recordemos que en esta tarea, no estamos solos, Dios está con nosotros y con El ¡todo, absolutamente todo es posible porque el Amor es más fuerte!
Basado en las enseñanzas del Libro de Urantia.