No es la primera vez que Jesús nos recuerda que no veamos la paja en el ojo ajeno mientras ignoramos la viga en el propio, es que ¡es tan fácil el ver hasta los más mínimos defectos en los otros e ignorar los nuestros! Para nuestras faltas siempre tenemos a mano una justificación, en cambio somos jueces severos con los errores ajenos, porque se nos olvida que con la misma vara que medimos seremos medidos.
Esta conducta inconsecuente solemos practicarla mucho con nuestros hijos, les exigimos que tengan una conducta que ellos ven que nosotros no observamos, les pedimos que no mientan pero nosotros lo hacemos, que sean puntuales pero nosotros nos atrasamos al pasar a buscarlos al colegio, le decimos que es malo engañar, pero ellos ven que tratamos de evadir los impuestos...(aun cuando dicen que quien le roba a un ladrón tiene cien años de perdón jajaja)
Fuera de bromas, la conducta que nosotros observamos es primordial si queremos ser respetados, el ser consecuentes con lo que hacemos y lo que decimos es una de las virtudes más necesarias en estos días, sobre todo en cuanto a religión y espiritualidad se refiere, porque muchas veces nos quedamos en las fórmulas pero olvidamos que la fe sin obras es algo sin valor.
"El plan de la enseñanza es aprender y luego poner en práctica lo aprendido"1658
Pero Jesús en la cita no solamente nos pide que no juzguemos a nuestros hermanos, sino que también nos pide que nos acostumbremos a dar de lo mucho que hemos recibido y se refiere no solamente a los bienes materiales que deben ser compartidos con los que tienen menos, sino también a las enseñanzas recibidas.
El dar lleva siempre implícita la propia recompensa, mientras más damos, más tendremos...lo mismo ocurre con el conocimiento porque "él tan sólo se posee si se lo comparte y está protegido por la sabiduría y es socializado por el amor" 557
yolanda silva solano |