EL SENDERO DE INICIACIÓN...(I)
“Iniciar” es comenzar una nueva etapa, esto quiere decir que,
en realidad, el ser humano ha obtenido muchas iniciaciones desde
el principio de los tiempos hasta nuestros días. Desde que nació
el Ego, el Yo superior, la humanidad ha adquirido y perfeccionado
sus cuerpos en cada revolución, época y raza del Período
Terrestre, ha hecho un trabajo con cada uno de sus cuerpos
que bien podría llamarse “iniciación”. Algunos de estos trabajos
han sido muy importantes, como por ejemplo, obtener la conciencia
de vigilia actual a través de ver este mundo físico, otra fue la
adquisición de la mente y, por decir alguna más, diré que, otra
muy importante, es el dominio y conquista del mundo
material que estamos haciendo. La meta de la humanidad es: Adquirir experiencia, desarrollar la
voluntad, desarrollar la mente y espiritualizar el carácter.
Intentaremos analizar estas cuatro fases.
¿QUIÉNES SOMOS? El verdadero ser humano comenzó su desarrollo
o involución hacia el mundo material una vez que Dios le diferenció
como Espíritu o chispa divina, desde entonces hemos recorrido medio
camino a través del cual hemos adquirido cuatro cuerpos (Cuerpo físico,
etérico, de deseos y mental) que son los que utilizamos para
nuestro propio desarrollo actual a través de la experiencia,
vida tras vida, aquí en el mundo físico. El más desarrollado, porque comenzó antes su obra, es el cuerpo
físico y por eso está más perfeccionado y tenemos más
control sobre él gracias a los sentidos. El cuerpo vital o etérico es el siguiente y lo podemos comprobar
porque es idéntico al físico sólo que de materia etérica que no
podemos ver con nuestros ojos físicos; sin embargo, el cuerpo físico
vive gracias a él. Este cuerpo compuesto de partículas etéricas
algo más sutiles que los átomos, es el típico “fantasma” de los
muertos que algunos han visto. En realidad es un cuerpo
energético que mantiene en buen estado de salud al
físico pero que, a su vez, se relaciona con: 1º.- El funcionamiento
del individuo, 2º.- Con los sentidos, 3º.- con el mantenimiento
del calor de la sangre y de la especie humana y, 4º.- Con el
desarrollo de ciertos poderes ocultos entre otros. El siguiente en orden de antigüedad es el cuerpo de deseos
que no tiene nada más que una forma ovoide alrededor del físico
pero que es el incentivo para la acción. Este cuerpo todavía
nos domina mucho por medio de los sentimientos, deseos,
pasiones, emociones, etc., lo que hace que actuemos en
contra de las leyes divinas. Después de la muerte, este cuerpo
toma la forma del cuerpo físico y es con el que nos movemos
mientras extraemos el beneficio de las experiencias de la
vida pasada. Gracias al deseo (entre otras cosas) de este
cuerpo por lo terrenal despertamos la conciencia en el mundo
físico y nos hicimos autoconscientes, sin embargo, hoy, gracias
a esa autoconciecia y conciencia del bien y del mal, debemos
evitar que nos domine con deseos y sentimientos negativos Por último, hemos obtenido el cuerpo mental que se encuentr
a en sus primeros grados de desarrollo y tiene una forma de
nube alrededor de la cabeza aunque puede alcanzar a gran parte
del cuerpo. Este vehículo es el que en un futuro nos será muy
útil para dominar y vencer a lo negativo del cuerpo de deseos
por medio de la razón y el discernimiento. De “materia” todavía
más sutil que la del etérico y de deseos, es el cuerpo gracias al
cual se expresa la voluntad que, a su vez, es la que representa
(junto a la conciencia) el verdadero Yo superior. Estos cuerpos son nuevos en cada renacimiento, y su uso se
puede ver favorecido o impedido por medio de la Ley de
Consecuencia según el karma que cada uno tenga. Estos cuerpos se van perfeccionando y purificando en cada
vida de tal forma que, cuantos más renacimientos, mejores
instrumentos o vehículos del Ego serán para
que éste pueda dirigir el destino de su vida. Como es lógico, el Espíritu o Ego se manifiesta de diferentes
formas para poder guiarnos hacia el sendero de la iniciación
y para que colaboremos con las leyes divinas. Esto es, por
medio de lo que llamamos conciencia, inspiración y voluntad.
Esto significa que (como ha ocurrido ya con algunos iniciados)
en algún momento futuro, la humanidad tomará perfecta
conciencia de sus cuerpos y los gobernará y utilizará para su
propio desarrollo espiritual y para ayudar a la propia humanidad. Existen siete mundos de diferente grado de densidad de “materia”
y nosotros estamos evolucionando en los tres más inferiores
que son los que se relacionan con la materia de nuestros
cuerpos, esto es: Mundo físico, mundo del deseo y mundo
del pensamiento. Pero como nuestra conciencia se centra
principalmente en el mundo físico que es donde más
progresamos a través de las experiencias, estamos
en el mundo más denso de los siete y por lo tanto necesitamos
de un cuerpo que sea de la misma materia en el cual seamos
conscientes para así poder empezar ese camino de iniciación. "LA ADQUISICIÓN DE LA EXPERIENCIA": Desde que obtuvimos
hace millones de años la conciencia de vigilia y a través de
las experiencias adquiridas por medio del renacimiento, hemos
estado desarrollando la conciencia, la voluntad y la mente.
En cada renacimiento, el Ego intenta sacar el mayor
provecho de sus vidas para poder desarrollar sus
posibilidades latentes en poderes dinámicos. COMIENZO DE LA EVOLUCIÓN: Al final de la Epoca Lemúrica
y principio de la Atlante, una jerarquía superior llamada los
Señores de la Mente (una de las doce jerarquías que
ayuda a la humanidad) nos facilitaron el germen y el
desarrollo de la mente como vehículo necesario e imprescindible
para el progreso en este período. Pero entonces estábamos
tan dominados por el cuerpo de deseos (que ya lo teníamos
como cuerpo instintivo) que nos llevaba a actuar casi
como animales. Desde entonces el hombre ha ido desarrollando
la mente hasta su estado actual y es por medio de ella como
debemos dominar los otros vehículos para que sean los
instrumentos adecuados para la evolución e iniciación. EL DESARROLLO DE LA VOLUNTAD: La voluntad se desarrolla
por medio de la experiencia como la experiencia se adquiere
por medio de los cuerpos que utilizamos en cada renacimiento.
Hace millones de años cuando nos dieron el germen de la mente,
estábamos dominados por el cuerpo de deseos como aún lo
estamos respecto a muchos aspectos de la personalidad, pero
según evolucionamos nos damos cuenta de que tenemos que ser
dueños de nuestro propio destino como lo es el capitán de su barco. Cuando alguien se ve dominado por un mal hábito debe saber
que es su cuerpo de deseos quien le prueba, tienta y vence
ante su voluntad, por eso es bueno que meditemos sobre
nuestros deseos o hábitos para ver cuáles son nuestras
debilidades, de esta forma, sabremos dónde tenemos que
fortalecer la voluntad. El conocimiento se adquiere a través
de la experiencia pero debemos discernir nuestras acciones
para que cada día sean más elevadas en todos los sentidos;
después de sacar conclusiones sobre nosotros mismos,
debemos llevarlas a la práctica con nuestra mejor intención. EVOLUCIÓN DEL DESEO: Si no hubiera cuerpo de deseos
no habría evolución puesto que es el que nos da el incentivo
para la acción y por tanto para experimentar y obtener resultados
evolutivos. Pero el deseo, además de hacernos evolucionar a
la vez evoluciona, y prueba de ello es que hoy no tenemos tantos
deseos y sentimientos malévolos a la vez que hemos desarrollado
otros relacionados con el amor al prójimo, la solidaridad, la
fraternidad y el altruismo. En un principio fue el deseo quien
nos introdujo en el mundo material para hacernos valer por
nosotros mismos, ser egoístas en sentido general, y crueles
por nuestro instinto de supervivencia animal; sin embargo
gracias a la ley de Causa y Efecto el hombre aprendió
a convivir y compartir con los demás. Actualmente el hombre está aprendiendo a imponer su mente
razonadora sobre su cuerpo de deseos para poder dirigir
voluntariamente su destino; hemos impuesto la razón sobre
el instinto y los deseos animales, pero tenemos que
desarrollar más la concentración, el discernimiento y
la meditación sobre ideales elevados. En el futuro llegaremos
a controlar los deseos y emplearemos la mente para ir donde
nuestro ser interno (el verdadero Yo) nos dirija en busca de
la iniciación, ya que en cada vida evolucionamos
y nuestro Yo superior nos guía. EVOLUCIÓN ACTUAL: Podríamos decir que hay muchas
iniciaciones, ya que evolucionamos a través de la reencarnación
y de la ley de causa y efecto y más aún cuando sabemos que
“iniciar” es comenzar una nueva etapa. Quiero
hacer dos distinciones respecto a la iniciación.
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