La gran diferencia entre la religión de la mente y la religión del espíritu es que, mientras la primera es sostenida por la autoridad eclesiástica, la última está completamente basada en la experiencia personal.
Libro de Urantia. Pág. 1729
Partiendo de la base que todas las religiones son buenas y cumplen una funsión en determinados momentos del avance espiritual de cada ser humano, tenemos que reconocer también, la gran diferencia entre las religiones de autoridad y la religión del espíritu que Jesús nos trajo, en donde no existe ni el dogma ni la jerarquía, porque "la religión de revelación deberá siempre limitarse a la capacidad del hombre para recibirla" 1007 y "la aceptación de las religiones tradicionales y autoritarias presenta el camino más fácil para el impulso humano de buscar la satisfacción a sus deseos espirituales. Estas religiones cristalizadas y monolíticas, permiten un refugio inmediato al que puede acogerse el alma afligida del hombre,cuando lo atormenta el miedo y la inseguridad, porque estas religiones requiere de sus devotos sólo un consentimiento pasivo y puramente intelectual"1729
Ante Dios todos los hombres somos iguales en cuanto a esencia, pero hay diferencias en cuanto a la capacidad de compresión, que a su vez depende de muchos otros factores, tanto físicos como materiales y espirituales. "Dios no muestra preferencia por las personas, solamente la capacidad de la criatura para recibir y discernir las realidades espirituales limita la presencia divina, que cualquier hijo puede disfrutar en cualquier momento"27
La unión con Dios por tanto, no depende de lo que podamos saber acerca de las cosas espirituales, sino de la medida en que lo que sabemos, hayamos logrado incorporarlo a nuestra vida diaria, no como un mandamiento más, sino como una experiencia personal que nos llena de amor y de gozo, porque "la verdadera religión es la actitud de un alma individual, en sus relaciones conscientes con su Creador"1603
Esta libertad de espíritu está muy lejos de ser una religión acomodaticia como muchos creen, muy por el contrario la libertad de espíritu obliga a ser responsable de los propios actos, no puede culpar a nadie de lo que le ocurre, porque se sabe que cada uno es dueño de su destino y que recoje solo lo que siembra.
"Aunque no podéis observar la obra del espiritu divino en vuestra mente,existe un método práctico que os permite determinar hasta que punto habéis puesto el control de los poderes de vuestra alma al servicio de las enseñanzas y dirección de este espíritu residente del Padre y esta prueba es vuestro amor al prójimo"1642
La única forma real de medir nuestra espiritualidad y nuestra unión con Dios es comprobar por nosotros mismos como estamos ejerciendo la verdadera hermandad, no de palabra sin a través de nuestras obras cotidianas.
yolanda silva solano