Definiendo el Amor
En su dimensión más vasta llamamos Amor
a la energía que ha creado el universo
y lo hace funcionar. Es ese principio cohesivo
que enlaza y articula todo lo existente.
"He visto el Amor que mueve al sol y las demás estrellas…
" decía Goethe.
Desde este punto de vista Dios y Amor son sinónimos,
y así como es imposible abarcar todos los atributos de Dios,
también es imposible definir completamente
al Amor a través de conceptos.
Por lo tanto lo que haremos aquí es aproximarnos
a esa calidad de energía como el dedo que señala a la luna.
Sabe que la apunta pero que no es ella.
Hecha esta salvedad podemos continuar diciendo
que para acercarse al Amor en su dimensión cósmica
tal vez sea suficiente con mirar
una noche la vastedad del cielo estrellado….
…Y para acercarnos al amor en la dimensión humana
es muy bueno observar simplemente nuestras manos.
Cómo se relacionan entre sí mientras realizan las tareas del día:
ponerse la ropa, abrochar un botón, preparar un café, etc.
Todas las tareas. Observarlas con detenimiento y mirar la relación.
Es verdaderamente maravilloso.
Va a encontrar ayuda recíproca, ajustes continuos,
acoplamientos precisos, sentido de equipo…
Eso que verá entre ellas es la cooperación del amor.
En cada nivel el amor adopta la forma que le corresponde a ese plano.
En el nivel personal el amor se manifiesta básicamente como respeto,
solidaridad y cuidado, y según la circunstancia será amor pasional,
fraterno o religioso, etc.
Sea cual fuere la forma, la trama esencial
de la experiencia del amor es la que surge
del reconocerse como dos partes
distintas de la misma unidad mayor.
Lo mismo que ocurre entre las dos manos. Expresado con otras palabras:
el Amor es la memoria que la Unidad tiene
de sí misma en la diversidad.