Dios es justo, el fruto que no recibamos en este mundo lo recibiremos en el venidero.
Libro de Urantia. Pág. 1443
Todos nosotros hemos recibido mucho más que el común de los mortales, porque hemos tenido la posibilidad de acceder a la enseñanza viva que siempre debiera producir los frutos del espíritu, lo cuales es útil el recordar que ellos son:"el amor, la alegría, la paz , la resignación , la dulzura , la bondad, la fe, la humildad y el discernimiento"381
Estos dones no solamente deben actuar en nuestra vida, sino que también debemos hacer que nuestros hemanos los conozcan para que la acción benéfica de ellos se vaya multiplicando. Jesús nos necesita para expandir la enseñanza en la misma forma que otrora necesitó a los apostóles, que bien vale la pena recordar que ninguno de ellos era un erudito de la palabra, eran gente humilde pero deseosos de seguir al Maestro y ayudarlo en su obra de evangelización.
Nosotros leemos lo que nos llega a través de Internet y en mayor o menor manera lo aprovechamos para trabajar en nuestra evolución... pero ¿qué estamos haciendo por expandir esa misma enseñanza que recibimos? ¿Nos damos el tiempo y la molestia de copiar el mensaje y enviárselo a muchos otros? ¿Somos capaces de emitir nuestro jucio y compartir nuestras experiencias de vida?
Muchas veces no lo hacemos por mala voluntad, sino porque nos parece que no somos lo bastante conocidos o educados como para escribir, olvidando que los apostóles tampoco lo eran. Otras veces logramos entusiasmarnos y comenzamos a escribir...lo hacemos durante un tiempito, pero luego al ver que nadie contesta nuestros mensajes nos desanimamos y dejamos de hacerlo, ignorando que Jesús no nos pide frutos, eso corre de su cuenta... a nosotros sólo nos corresponde sembrar...sembrar sin descanso porque "ninguna experiencia valiosa ocurre jamás en vano, ningún significado verdadero perece jamás."1200 pues la recompensa que no recibamos en este mundo, la recibiremos en el venidero"1443
Para sembrar, lo único que se necesita es el deseo de colaborar con sinceridad, porque son las intenciones que tenemos al hacerlo lo que valida nuestra siembra. El que está a la espera del halago o la respuesta no está sembrando la enseñanza, sino que le está dando de comer a su propio ego que está a la espera de la recompensa.
"No se puede recibir tanto y no dar nada"435 porque "el hombre bueno, no intenta guardarse la verdad, más bien desea donar estas riquezas a sus semejantes, porque esta es la realización de la verdad. El objetivo del verdadero creyente es actuar siempre, pero no forzar nunca"1034
yolanda silva solano