LIBERACIÓN DE MUJERES EUROPEAS DESCANSA EN LOS HOMBROS “ILEGALIZADOS” DEL SUR

 La pretendida liberación de la mujer europea es un mito, en todo caso en lo que toca al ámbito doméstico, donde para poder acceder a un trabajo profesional asalariado, necesitan de otra mujer que cumpla con las tareas domésticas y el cuidado de sus hijos.

El problema de la inmigración es inseparable de un re-examen de las relaciones con lo que se llama el “tercer mundo” y la definición de un nuevo orden internacional. Este nuevo orden económico internacional debe crear en los países del Sur condiciones de vida aceptables y en los países del Norte estructuras sociales que beneficien a toda la población y que den a las mujeres la posibilidad de conciliar maternidad, trabajo profesional y vida de familia, caso contrario de las mujeres del Norte van a tener que continuar a utilizar la mano de obra barata femenina del Sur para poder emanciparse.

Las mujeres forman un grupo cada vez mayor dentro de los que migran en busca de trabajo. Así se da en las últimas décadas una feminización de la pobreza y de la inmigración latinoamericana. Esta migración muestra una relación entre el desempleo femenino en las sociedades emisoras y la demanda de esta mano de obra en las sociedades receptoras. El aumento de este flujo migratorio está ligado a la pobreza creciente en los países del Sur agravada desde hace una década por la aplicación de los programas de ajuste estructural.

En Europa existe un aumento real de la demanda de mano de obra barata femenina en los sectores del trabajo doméstico y del cuidado de niños.

Los factores más importantes para esta demanda en Suiza son:

1 Las transformaciones económicas y sociales que han permitido la incorporación de las mujeres suizas al trabajo profesional y asalariado.

La mayoría de las madres en Suiza (60%) ejerce una actividad lucrativa. Un 40 % de mueres trabaja a tiempo completo. Cuando el hijo mayor se sitúa entre 0 y 6 años, el 46’4 % de madres ejercen una actividad lucrativa, de las cuales 8% lo hace a tiempo completo

y el 38’4 % a tiempo parcial. El aumento de la proporción de mujeres que ejercen una activad remunerada es consecuencia, no solamente del deseo de emancipación de las mujeres, sino también de una necesidad económica. Igualmente se observa que el matrimonio tradicional ( el hombre que sale a trabajar y la mujer que se queda en la casa) no es más un modelo familiar. Hoy en día los salarios de las mujeres que aseguran el minimun vital son aún más importantes.

2 La transformación de la familia suiza en familia nuclear que no cuenta más con la ayuda del clan familiar. En Suiza un 60% de mujeres y de hombres viven en pareja con niños. Un 40% de las parejas se divorcian, lo que significa que incluso la familia nuclear no es más una forma de vida estable.

3 El hecho de que, en regla general, las parejas suizas no hayan resuelto el problema del reparto de las tareas domésticas en la casa. El trabajo doméstico sigue siendo dominio exclusivo de las mujeres. Para las tareas domésticas y familiares las mujeres emplean una media de 31 horas semanales contra 16 empleadas por los hombres. Para las madres con niños menores de 15 años el número de horas semanales aumenta a 52.

4 La falta o ausencia de estructuras sociales (guarderías infantiles, comedores escolares) que les permitan a las mujeres conciliar maternidad, trabajo profesional yvida de familia. En lo que concierne a los sitios puestos a disposición de los niños en las estructuras de acogida (guarderías infantiles, jardines de niños) había para toda Suiza, 1’34 sitios disponibles para 100 niños.

Emma Bolshia Bravo Cladera (Pedagoga Curativa Clínica y Psicóloga. Residió en Suiza durante 25 años, donde llegó como refugiada política.) (Aquí Latinos-)

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