"Os han engañado, os han decepcionado... Está claro, pero ¿de qué
sirve ir a quejaros por todas partes? Diréis que es para
restablecer la justicia... Pero sucede que este concepto de
justicia está en el origen de todas las desgracias. Creemos que
en nombre de la justicia podemos castigar a unos y dar lecciones
a otros. ¡Dejad tranquila a esta clase de justicia!
«¿Entonces, qué hacer?» Recurrir a un principio que se halla más
allá de la justicia, un principio de amor, de bondad y de
generosidad. Hace dos mil años que Jesús trajo esta nueva
enseñanza a los hombres, diciendo: «Amad a vuestros enemigos», o
«Si alguien te golpea la mejilla derecha, ofrécele también la
izquierda.»
Pero los cristianos continúan aplicando la ley de
Moisés: ojo por ojo, diente por diente. Todavía no han
comprendido que para llegar a ser verdaderamente grande y libre,
ya no deben aplicar la ley del talión. ¿Creéis que triunfaréis
cuando veáis derrotado a vuestro enemigo? Quizás no estéis muy
orgullosos de vosotros mismos e incluso os arrepintáis de lo que
habéis hecho. Pero será demasiado tarde, y es así como os habréis
preparado unas muy malas condiciones para vuestra evolución."
Omraam Mikhaël Aïvanhov