Proclamó audazmente la libertad espiritual del hombre y se atrevió a enseñar que los mortales que viven en la carne son, de hecho y en verdad, hijos del Dios viviente.
El Libro de Urantia.
La libertad espiritual, lejos de los dogmas y jerarquías, junto a la proclamación de que somos hijos de Dios es en verdad la Buena Nueva por la cual Jesús quiso encarnar en un cuerpo como el nuestro. Hoy en día esto nos parece natural, pero en aquellos tiempos, la religión estaba llena de ceremonias, ritos y dogmas para adorar a un dios terriblemente lejano y castigador que había que temer más que amar.
"El Hijo se ha vuelto uno de vosotros, de hecho es vuestro hermano mayor y si en espíritu os volvéis hermanos estaréis emparentados con Cristo, entonces en espíritu también debéis ser hijos del Padre Universal"448
La única condición que se nos pone para tener tal parentesco es que también nosotros reconozcamos en cada ser humano a un hijo de Dios, porque la "verdadera religión consiste en conocer a Dios como tu Padre y al hombre como tus hermano. La religión no es la creencia esclavizadora en las amenazas del castigo, ni las promesas mágicas de premios místicos a futuro. La religión de Jeús es la influencia más dinámica que jamás haya activado a la raza humana. El destruyó la tradición, derrumbó el dogma e invitó a la humanidad al logro de sus ideales más elevados en el tiempo y la eternidad, como es el ser perfectos como lo es el Padre de los cielos"1091
En estos días, recordemos el verdadero sentido del Nacimiento de Jesús y vivamos la hermandad no de palabra, sino con obras tangibles propias de nuestra filiación divina.
yolanda silva solano