En un mundo material pensáis que el cuerpo tiene espíritu, pero nosotros consideramos que el espíritu tiene cuerpo.
El Libro de Urantia
Esta cita desmitifica lo que tantas religiones nos han enseñado con respecto a lo material de nuestro cuerpo, como poco menos que es el vehículo en el cual viaja el pecado, cuando en verdad nuestra envoltura humana, con todas las limitaciones propias de su origen, es nada menos que el templo de Dios, porque El en su infinito amor por nosotros, desde el día de Pentecostés nos donó una partícula de su ser para que habitara en la mente de todos los seres humanos.
El Espíritu o el Ajustador como lo llama el LU es "la actualidad del Padre encarnado en las almas de los hombres, es la promesa verdadera de la carrera eterna del hombre, aprisionada dentro de la mente mortal, es la esencia de la personalidad perfeccionada." 136
Dios habiendo mandado que el hombre sea perfecto, ha descendido en forma de Ajustador para tornarse el socio experiencial del ser humano, en el logro de su destino excelso y eterno. Este fragmento de Dios que reside en la mente del hombre es el que crea ese deseo insaciable de ser como Dios y alcanzar el Paraíso" 1176
Hacernos conscientes de esta maravillosa verdad, cambia en forma radical nuestra vida cotidiana, porque nos damos cuenta que no necesitamos un día especial, ni un lugar, ni una posición determinada para comunicarnos con nuestro Padre, porque El no está lejos, está en nuestro propio corazón porque "el cuerpo físico de los mortales es el templo de Dios"26 por lo tanto no puede tener nada de despreciable ni pecaminoso.
Jesús vino para decirnos que no estamos solos, porque Dios no es una entidad iracunda y castigadora sino que nos ama como sólo sabe hacerlo una madre...que siempre protege al hijo más débil.
yolanda silva solano