LA SUSTANCIA DE DIOS ME REVELA
NUEVAS AVENIDAS DE BIEN
Quizás mi prosperidad parezca estar unida
a cierta persona, circunstancia o trabajo.
Mas, ¡yo sé que no es así!
No importa de qué manera mi bien viene a mí,
éste siempre tiene su origen en la sustancia divina.
Dios es la base de todo lo bueno.
Disfruto de abundancia de amor,
compañía, salud, paz y prosperidad.
Confío en que Dios provee
todo el bien que deseo.
Si una avenida de prosperidad se cierra,
otra se abre.
Permanezco en calma y paciente
porque sé que Dios me revela
nuevas avenidas de bien.
Dios es la base misma
de todo lo que soy
y de todo lo que tengo.
Gracias a la oración
y a mantener mi fe centrada en Dios,
reconozco las oportunidades
a medida que aparecen.
"Gracias, Dios,
por el bien que tengo
y todo lo que continúo recibiendo".
"He aquí que mi siervo será prosperado,
será engrandecido y exaltado,
será puesto muy en alto"
(Isaías 52:13)
|