El budismo es una religión viviente y creciente hoy en día, porque mantiene los valores morales más elevados en muchos de us adherentes.
Libro de Urantia. Pág. 1038
Una vez más, en esta cita el Libro de Urantia muestra su total falta de dogmatismo al elogiar en forma abierta. a una religión que sobre todo en estos tiempos de incertidumbre, puede ser de gran ayuda el conocerla más profundamente, porque ella "promueve la calma y el autocontrol. Aumenta la serenidad y hace posible la felicidad ya que hace mucho por prevenir la pena y la aflicción. Aquellos que creen en esta filosofía viven de mejor forma que los que no creen" 1038
El budismo enseña que la salvación es un don divino pero que requiere del esfuerzo persistente del ser humano. " De acuerdo con las enseñanzas originales de Gautama, la salvación se obtiene mediante el esfuerzo humano, aparte de la ayuda divina; no se da cabida a la fe salvadora ni a las oraciones a los poderes sobrehumanos. Gautama, en su intento de minimizar las supersticiones de la India, trató de desviar a los hombres de las declaraciones fragrantes de salvación mágica. Al hacer este esfuerzo, dejó la puerta abierta para que sus sucesores interpretaran erróneamente sus enseñanzas y proclamaran que todo esfuerzo humano por obtener algo es de mal gusto y doloroso. Sus seguidores fueron incapaces de percibir el hecho de que la mayor felicidad está vinculada con la búsqueda inteligente y entusiasta de objetivos valiosos, y que esos logros constituyen el verdadero progreso en la autorrealización cósmica."1036
Es bueno no separar nunca la alegría y la felicidad de la verdadera religión, porque por muchos siglos parecían ser contrapuesta ya que nos presentaban la entrada al Reino como una puerta tan estrecha, que sólo algunos priviligiados podían traspasar el umbral, olvidando que el mensaje de Jesús fue que "en la medida que el evangelio del reino se derrame sobre el mundo con su mensaje de felicidad y buena voluntad para todos los hombres, se irán desarrollando mejores relaciones entre las familias y entre todas las naciones"1597 porque "espiritualmente todos los seres humanos son iguales. El reino del cielo no reconoce castas, clases, niveles sociales ni grupos económicos, porque todos somos hermanos"1487
Esta igualdad entre los hombres para entrar en el reino, nace de la tolerancia para ser capaces de aceptar al hermano tal cual es y no como nosotros quisiéramos que fuese y por lo mismo "el gran avance de la filosofía budista consistió en su comprensión de la relatividad de toda verdad. A través del mecanismo de esta hipótesis, los budistas han sido capaces de reconciliar y correlacionar las divergencias dentro de sus propias escrituras religiosas, así como también las diferencias entre las suyas y las de otros. Se enseñaba que la pequeña verdad era para mentes pequeñas, la gran verdad para mentes grandes"1039 no queriendo con ello descalificar a nadie, sino porque la lógica nos indica que "no se pueden exceder las capacidades inherentes, una botella de medio litro no podrá contener jamás un litro. El concepto espiritual no puede ser forzado en forma mecánica, dentro del molde de la memoria material"556
"La gran fuerza del budismo consiste en que sus adherentes están libres de elegir la verdad en todas las religiones; dicha libertad de elección pocas veces ha caracterizado a una fe humana. En este aspecto la secta shin del Japón se ha vuelto uno de los grupos religiosos más progresivos del mundo; ha revivido el antiguo espíritu misionero de los seguidores de Gautama y ha comenzado a enviar maestros a otros pueblos. Esta capacidad para apropiarse de la verdad proveniente de cualquier fuente es indudablemente una tendencia admirable que aparece entre los creyentes religiosos durante la primera mitad del siglo veinte d. de J. C"1041
Llegará el día en que podamos presentar al budismo, al cristianismo, al hinduismo y a todos los pueblos de todas las fees, no el evangelio sobre Jesús, sino la realidad viviente, espiritual, del evangelio de Jesús.porque es él quien ilumina todos los Caminos y los transforma en agua viva.
yolanda silva solano