El hombre que conoce a Dios, considera a todos los hombres como sus iguales, ellos son sus hermanos.
Libro de Urantia. Pág. 1443
Si el mundo está como lo vemos, es porque a pesar de las muchas religiones y filosofías existentes, sus creyentes hablan de Dios y de los atributos que el hombre le pone con su mente finita y por los cuales lo adoran, pero la verdad es que Dios es un desconocido y lo seguirá siendo mientras no nos demos cuenta, que no podemos pretender conocerlo y amarlo a El, si también no amamos en igual forma a todos los hombres, porque "la religión es válida, sólo cuando revela la paternidad de Dios e intensifica la hermandad de los hombres. 1572"
Ciertamente que amar a todos los hombres sin distinción alguna, no es tarea fácil pero ¿quién dijo que ser discípulo de Jesús fuese fácil? Es un Camino ascendente para el cual necesitamos mucha fuerza, pero más que de ella, necesitamos "darnos cuenta" que a Dios no lo vamos a encontrar en forma verdadera, en los rezos repetidos de memoria y sin conciencia, como tampoco en los ritos en los cuales participamos por costumbre, ni menos lo vamos a conocer pretendiendo hablar de él, repitiendo como loritos bien amaestrados lo que otros nos han enseñando o hemos aprendido en los libros.
A Dios sólo lo podemos conocer verdaderamente, cuando lo buscamos y lo encontramos en nosotros y por nosotros mismos , pues "no podemos buscar a Dios por medio del conocimiento, pero podemos conocerlo en nuestro corazón por medio de la experiencia personal.1453" porque "la religión verdadera es una forma de vida y una técnica de pensamiento.1013" que no se puede vivir en algunos días y horas determinadas, sino que es un testimonio de vida, especialmente frente al amor o al desamor o indifierencia, que le profesemos a nuestros hermanos.
Nos sería más fácil amar a nuestros semejantes si tuviésemos presente las palabras de Jesús "lo que le hacéis al más humilde de mis hermanos, a mí me lo hacéis"1727 porque en cada ser humano reside una partícula de Dios, aún cuando "el más grande de los misterios impenetrables de El es el fenómeno de la residencia divina en la mente de los mortales. La manera en que convive el Padre Universal con las criaturas del tiempo, es el más profundo de los misterios del universo.26" pero si logramos creer en él, nuestra vida tomará otra dimensión, porque el saber que somos "su templo" y que el mismo "Padre que mora en el Paraíso, también mora en la mente de los hombres.139" cambia completamente nuestros valores y nuestra forma de actuar, porque comenzamos a ver a los hombres no como seres aislados y diferentes a nosotros, sino que nos damos cuenta que somos parte de un TODO indivisible.
Por eso, "comprender a nuestros hermanos, entender sus problemas y aprender a amarlos es la suprema experiencia de la vida.1431 porque es el primer paso a una verdadera evolución espiritual y a trabajar en forma seria por ayudar a restablecer el Amor en el mundo, porque el mal no es más que que la ausencia de ese Dios que es Amor.
yolanda siva solano.