El Padre ha dado una parte de sí mismo para que esté en vosotros, para que sea vuestro ser verdadero, divino e incluso eterno.
Libro de Urantia. Pág.64
El principal propósito del auto otorgamiento de Jesús, fue traernos la Buena Nueva que Dios es nuestro Padre y que habita en la mente de cada ser humano, sin distinción alguna, pues "Dios no se oculta de ninguna de sus criaturas"27 es el hombre "quien puede acercarse a El o rechazarlo, mientras conserve su facultad de elegir. El corazón del Padre no se cierra jamás a las necsidades y solicitudes de sus hijos.
"Si la mente finita del hombre es incapaz de comprender cómo un Dios tan grande y majestuoso como el Padre Universal puede descender de su morada eterna en perfección infinita, para fraternizar con cada criatura humana, entonces tal intelecto finito debe hallar la certidumbre de la comunión divina en la verdad del hecho de que un fragmento real del Dios viviente reside en el intelecto de cada mortal urantiano de mente normal y moralmente consciente. El Espíritu residente es parte de la Deidad eterna del Padre Paradisiaco. El hombre no necesita ir más allá de su propia experiencia interior de contemplación del alma de esta presencia de realidad espiritual, para encontrar a Dios e intentar la comunión con él. 62"
" Los mortales de los dominios del tiempo y el espacio pueden diferir grandemente en capacidades innatas y en dotes intelectuales, pueden contar con ambientes excepcionalmente favorables al avance social y al progreso moral, o bien pueden sufrir de la carencia de casi toda ayuda humana a la cultura y a los supuestos avances en las artes de la civilización, pero las posibilidades del progreso espiritual en la carrera de la ascensión son iguales para todos, es posible alcanzar niveles crecientes de discernimiento espiritual y de significados cósmicos independientemente de todas las diferencias sociomorales de los ambientes materiales diversificados en los mundos evolutivos, porque su dote espiritual es uniforme y única y todos los hombres disfrutan de la misma presencia divina de la dádiva del Padre, y todos cuentan con el idéntico privilegio de poder procurar una íntima comunión personal con el espíritu residente de origen divino, a la vez que todos pueden igualmente elegir aceptar la uniforme dirección espiritual.63"
Todos los seres humanos recibimos los mismos dones, pero de nosotros depende el saber reconocerlos y administrarlos, porque lo que nuestro Padre nos pide no es una sumisión ciega y obligatoria a su voluntad divina, sino lo que desea es que sea nuestro amor quien nos permita emprender la gran aventura de llegar algún día a ser perfectos como El lo es y para avanzar hacia esa meta, es preciso que cada uno de nosotros trabaje en sí mismo, sembrando la semilla del evangelio en su corazón y sabiendo sacar las malezas de su corazón que le impiden la semilla se convierta en fruto, porque el "plan de la enseñanza es aprender para luego poner en práctica lo aprendido"1658 lo cual es sin duda alguna un trabajo permanente y personal porque "Si la mente de un hombre está sincera y espiritualmente motivada, si tal alma humana desea conocer a Dios y hacerse como él, si honestamente desea hacer la voluntad del Padre, no hay influencia negativa alguna de carencia mortal, ni fuerza positiva de posible interferencia que pueda prevenir la ascensión certera de dicha alma divinamente motivada, hasta las puertas del Paraíso.63" pero esta ascensión se consigue con hechos concretos y Aquí y Ahora porque no basta el conocimiento de la mente pues "se puede conocer técnicamente el hecho y sin embargo errar completamente en cuanto a la verdad.555" porque "la verdad estática es verdad muerta y sólo ella puede ser contenida y aprisionada en una teoría. La verdad viva es dinámica y tan sólo puede tener una existencia en la mente humana por medio de la experiencia personal"1949
yolanda silva solano