—En el Reino de nuestro Padre, hay muchas moradas —les decía— y cada uno de vosotros tendrá la que habrá conquistado con su esfuerzo y su sacrificio en favor de sus hermanos débiles y pequeños.
"'Será más grande, más glorioso y feliz en su cielo de luz y de amor, aquel de vosotros que haya consolado más dolores humanos, que haya secado más lágrimas, que haya sufrido cansancio y fatigas en bien de sus semejantes. Será más grande y feliz, aquel que después de haber aliviado necesidades de orden material que son las más apremiantes, se consagra en redoblados esfuerzos a iluminar a las almas de sus hermanos, con la divulgación de las Verdades Eternas que el Padre guarda en sus moradas infinitas, para que sus hijos más adelantados las den discretamente a sus hermanos pequeñuelos, en la evolución y en el progreso a que todo ser viviente está destinado.
"Vemos en los espacios infinitos, agrupaciones más grandes o pequeñas de soles, estrellas y planetas que forman conjuntos armónicos y marchan por órbitas que se enlazan unas a otras y no se apartan jamás de su sol central, si no es por un mandato especial de la suprema ley de atracción.
"De igual manera las almas que la ley de afinidades ha unido en conjuntos magníficos, forman alianzas imperecederas, indestructibles para llevar la verdad, el bien, el amor y la justicia sobre determinados pueblos, países o continentes.
"Son bandadas de palomas mensajeras que el Padre suelta a volar en determinadas direcciones, para dar más rápido impulso al progreso eterno de todos los seres.
"Ninguna inteligencia es inútil. Ningún esfuerzo hacia el bien y la verdad se pierdo, aunque no tenga de inmediato el éxito que se desea.
"Si todos los hombres que sustentan ideales elevados de mejoramiento humano, anularan sus egoísmos en aras del bien común, no seríamos testigos hoy de la prepotencia do unas razas sobre otras avasalladas y oprimidas; no presenciaríamos el horror de las guerras, de las devastaciones que siembran la tierra de desolación y de miseria, de lágrimas y de sangre.
"La ley suprema de la solidaridad de todos los mundos y de todas las humanidades que los habitan, es tan majestuosa y sublime, como la grandeza del Padre que la ordena y dirige.
"Y así como un planeta o satélite que se saliera de su órbita, fuera de su ley, sería para encontrar su destrucción, de igual manera las almas afiliadas p una alianza ordenada por la Voluntad Divina, cargarían sobre mí mismas las dolorosas y terribles consecuencias de su desviación en el sendero elegido.
"Vosotros unidos a mí en una alianza libre y espontánea, de amor y de fe, habéis visto en vuestras meditaciones solitarias el rayo de luz divina que ha marcado vuestro camino a seguir, en los siglos que vendrán en pos de este punto inicial.
"De la forma en que respondáis todos al mensaje del Padre que llevareis a las almas, dependerá desde luego la grandeza y la gloria de vuestro cielo futuro.
JRLA
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