«El Padre que está en los cielos os ha perdonado incluso antes de que hayáis pensado en pedírselo, pero dicho perdón no está disponible en vuestra experiencia religiosa personal, hasta el momento en que perdonáis a vuestros semejantes.
Libro de Urantia
Sin duda que Jesús vino a traernos un nuevo mandamiento, "La ley de Moisés dice, `ojo por ojo y diente por diente'. en cambio El vino a enseñarnos todo lo contrario porque "le desagradaba el concepto de la venganza privada y personal, y prefería asignar estos asuntos al gobierno civil por una parte, y al juicio de Dios por la otra. No dejó nunca de advertir a sus discípulos contra la práctica malvada de la represalia, no permitía la venganza, la idea de desquitarse. Deploraba guardar rencor, porque "la futilidad del mal, un agravio no se corrige con la venganza. No cometáis el error de luchar contra el mal con sus propias armas. No combatáis la injusticia con la injuria.1775
Pero un hijo de Dios no sólo no debe guardar rencor, sino que debe ir aún más lejos debe ¡amar a sus enemigos! y por lo mismo aconsejaba que "si realmente queríamos sobreponernos a la costumbre de criticar, la mejor forma más rápida y segura de alcanzar un cambio de actitud, consiste en establecer el hábito de orar por esa persona.998" porque "vosotros devolveréis el bien por el mal. Mis mensajeros no deben luchar con los hombres, sino tratarlos con dulzura. Quienes gobiernan a los hombres pueden tener tales leyes, pero no el reino. La misericordia determinará siempre vuestro juicio y el amor, vuestra conducta. 1577 "Os declaro que todo el que esté airado contra su hermano está en peligro de condena. El que alimenta el odio en su corazón y proyecta la venganza en su mente corre el peligro de ser juzgado.1781"
«Yo os digo: amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen y orad por los que os ultrajan. Y todo lo que vosotros creáis que haría Yo para los hombres, hacedlo vosotros.Vuestro Padre en los cielos hace brillar el sol sobre malvados al igual que sobre buenos; del mismo modo él envía lluvia sobre justos e injustos. Vosotros sois los hijos de Dios, aún más, sois ahora los embajadores del reino de mi Padre. Sed misericordiosos, así como Dios es misericordioso, y en el eterno futuro del reino seréis perfectos, así como vuestro Padre celeste es perfecto.1580"
"El Padre en el cielo ama a sus hijos, por eso debéis vosotros aprender a amaros los unos a los otros; el Padre en el cielo os perdona vuestros pecados, por lo tanto, debéis aprender a perdonaros los unos a los otros. Si tu hermano peca contra ti, ve, háblale con tacto y paciencia y muéstrale su error. Y haz todo esto a solas con él. Si te escucha, has ganado a tu hermano.1762"
Pero junto con estas enseñanzas, Jesús también indicó claramente que él aprobaba el castigo social de los malechores y criminales y que el gobierno civil a veces debe emplear la fuerza para mantener el orden social y aplicar la justicia.1579! porque "la disciplina debe ser mantenida, la justicia debe ser administrada, pero en todos estos asuntos debe prevalecer la sabiduría de la hermandad. Jesús impartió la autoridad legislativa y judicial al grupo, no al individuo. Aun esta autoridad del grupo no debe ser ejercida como autoridad personal. Siempre existe el peligro de que la decisión de un individuo se vea distorsionada por el prejuicio o por la pasión. El juicio del grupo puede prevenir más fácilmente los peligros y eliminar las injusticias de la opinión personal. Jesús trató siempre de minimizar los elementos de la injusticia, la venganza y la represalia.1764"
" Jesús no apoyaba una práctica de sumisión negativa a las indignidades de los que pudieran buscar a sabiendas aprovecharse de los que practican la no-resistencia contra el mal, sino más bien, que sus seguidores fueran sabios y estuvieran alertas para reaccionar rápida y positivamente con el bien frente al mal, con el objeto de conquistar eficazmente el mal con el bien. No olvidéis que el bien verdadero es invariablemente más poderoso que el mal más maligno. El Maestro enseñó una norma positiva de rectitud: «El que quiera ser mi discípulo, que se olvide de sí mismo y asuma la entera medida de su responsabilidad diaria para seguirme». Vivió él mismo de una manera tal que «anduvo haciendo el bien». Este aspecto del evangelio estuvo bien ilustrado por las muchas parábolas que más adelante dijo a sus seguidores. Nunca exhortó a sus seguidores a que soportaran pacientemente sus obligaciones sino más bien a que asumieran la medida plena de su responsabilidad humana y privilegios divinos, con energía y entusiasmo, en el reino de Dios.1770"
Una vez más Jesús nos demuestra como todo tiene dos caras y que en nuestras decisiones debemos tenerlas en cuenta a ambas, si queremos actuar con discernimiento como un buen hijo de Dios, porque debemos perdonar siempre, pero a la vez hacernos respetar...
yolanda silva solano
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