SOMOS HIJOS DE UN DIOS-AMOR
Inspirado por El Libro de Urantia

“Algo” que no podemos y que no sabemos definir nos impulsa a pensar en Dios.
“Algo” desconocido nos proporciona la capacidad intelectual suficiente para plantearnos el problema de la divinidad.
“Algo” sutil nos arrastra hacia el misterio de Dios.
Nadie se ve libre de esas inquietudes, tarde o temprano en mayor o menor medida todos nos hacemos las mismas preguntas:
¿Quién soy? ¿Existe Dios?
¿Qué quiere de mí? ¿Por qué estoy aquí?
Ese impulso, esa necesidad de conocer, de saber de Dios, está animado por el “Espíritu de Dios” que habita en cada uno… esa presencia de Dios en tu interior es la que verdaderamente te hace distinto, la que te inquieta, la que perfecciona y corrige tus pensamientos, la que a veces escuchas en voz baja, la que siempre tiene la razón, la que en definitiva “tira” de ti hacia Él.
Dios como sabemos es único e indivisible, pero se fracciona y nos busca y se instala en cada uno de nosotros.
Él así sabe, Él así esta, Él así se comunica con la creación y se hace uno con cada mortal.
Nadie escapa al Amor de Dios, tarde o temprano hasta los más inicuos son tocados; Dios es un padre entrañable, amoroso, que no precisa de nombre, al que le puedes hablar de Tú a Tú, el que te llevara de la mano cuando mueras, que te invita a conocerlo, a poseerlo y sobre todo Amarlo, un Dios que te cuida sin tu saberlo, que te da antes de que aciertes abrir los labios, un Dios tan inmenso que es capaz de instalarse en lo más pequeño, ¡Tú!
El que lo descubre sabe qué hacer… sabe que todo consiste en amar y servir empezando por el prójimo.
Si Dios es nuestro padre, entonces el mundo es una familia, por eso debemos amarnos y apoyarnos, ya que Somos, hijos de un Dios-Amor.
Basta con tu buena voluntad, basta con el deseo de querer, de aceptar que Dios es nuestro padre. El poco a poco estrechara esa comunicación contigo y llegara el día en que no precise de símbolos para decirte; ¡Animo! ¡Escucha mi voz! ¡Estoy aquí! ¡Búscame! …
El éxito de encontrar a Dios está íntimamente ligado a tu poder de decisión.
Si confías en El, si lo buscas, si lo persigues, el espíritu de Dios controlara tu rumbo, y tú poco a poco te vas haciendo uno con El.
Buscar a Dios y abandonarnos en sus manos…
El se ha sometido a tu voluntad, El está en tu interior humilde, silencioso y pendiente de tus deseos de prosperar mental y espiritualmente; haz tú lo mismo entrégate a Él y deja que se haga su voluntad.
El mejor regalo que podemos hacerle, el más exquisito, el más singular y acertado obsequio que el hombre puede presentar a Dios, es: ¡hacer su voluntad!
Hacer la voluntad de Dios, no significa esclavitud ni renuncia, tus ideas son tuyas, también tus iniciativas y decisiones.
Hacer la voluntad Dios es “confiar”
Es un estilo de vida, Es saber y aceptar que estas en sus manos. Que El dispone. Que Él dirige. Que El cuida.
“PADRE ES MI VOLUNTAD, QUE SE HAGA TU VOLUNTAD”
¡Esta es la actitud!
Cuando un hijo adopta esa suprema y sublime decisión, el salto hacia la unión con el espíritu interior es gigantesco.
Esa es la clave, a partir de ese momento nada es igual, la vida cambia, todo cambia y Dios responde…
Dios responde y una fuerza benéfica y arrolladora se pone al servicio de esa persona. Cuando el hombre dice “Padre estoy en tus manos y es mi voluntad que se haga tu voluntad” lo da todo, y Dios convierte a ese hijo en un gigante; ni el mismo llega a reconocerse, ese hombre se llena y hasta sus más pequeños deseos se ven cumplidos. Despierta a la gloria y al amor del Padre. Es el gran hallazgo y su vida a partir de ahí es una continua y gratificante sorpresa.
Ponerse en sus manos, hacer la voluntad del Padre significa, además saber y obtener respuestas…
¿Quién soy? En ese momento es fácil.
Eres un hijo del AMOR, un regalo de Dios, una criatura nacida de lo más bajo…destinada a lo más alto, un hombre que empieza a correr, a correr hacia El.
¿Qué hago aquí? Al descubrir al Padre también es fácil.
Estas en este mundo para vivir, servir y ser feliz; vive con intensidad, con sentido común, con alegría, saborea la vida, disfruta cada instante, respétala, úsala con inteligencia y moderación; pero sobre todo vívela con Amor por que es un regalo de Dios.
¿Cuál es mi futuro?
Nuestro destino es llegar El, no hay otra dirección, ser como Él, ser perfectos, conocerlo…
Si decides ponerte en sus manos, si optas por hacer su voluntad, ¡ya eres su socio! El hará maravillas en ti, El te cubrirá con un amor que te levantara del suelo y tus miedos desaparecerán, nada dentro o fuera de ti te hará temblar y como un prodigio tu alma caminara segura, nada te hará retroceder y esa sensación, ese sentimiento de seguridad te escoltara hasta el fin de tus días...
Si te abandonas en sus manos, si te dejas gobernar por ese “piloto” interior, romperás las barreras que te limitan y tu capacidad de asombro será desbordada una y otra vez, todo a su alrededor estar a tu servicio…
“tú Sí, es el Sí de Dios”
En palabras sencillas: ¡habrás encontrado una mina de oro… que funciona sola!
“Cumple la voluntad de Dios, como si fuera la tuya; para que haga El la tuya como si fuera la suya”
YAMILE JARABA ARROYO