Los modos opuestos de conciencia material y espiritual
La conciencia material y la espiritual son opuestas en sus modos de operación. Puedes
intentar saber si estás lleno de conciencia espiritual o material. La conciencia espiritual te dice
que debes incluir en tu felicidad, la felicidad y el bienestar de los demás. La conciencia material
te dice que debes conseguir un dólar siempre que puedas y guardártelo para ti. La depresión
económica surgió de la conciencia material. La conciencia material dice que te comas tus
galletas y tu manzana. La conciencia espiritual te dice que las repartas con los demás.
Si alguien te hace enfadar, debes saber que te hallas en la conciencia material. Incluso
si has sido maltratado, debes estar listo para perdonar. Cuando perdonas, estás en la
conciencia espiritual. Perdonar significa que le das a tu enemigo una oportunidad para
comprender mejor. Si te vuelves vengativo o te enfadas, solo harás más agresivo a tu enemigo.
Puede ser que incluso hagas más enemigos, puesto que una persona enfadada es el objetivo
de todos. Nunca dejes que la ira te controle. Si tienes esta tendencia, acaba con ella. Es una
de las cosas que más rápidamente destruye la espiritualidad. Es por tu propio bien que debes
permanecer calmado. Nunca dejes que tu termómetro mental suba. Mantén la calma interior.
Controla la ira desde tu interior. Nunca dejes que entre en tu corazón.
La conciencia material es pendenciera; la conciencia espiritual es buena para todos.
Haz el esfuerzo de ser bueno y verás que rápidamente influencias a los demás a ser buenos.
Esa es la conciencia espiritual. Sé amable cuando hables y cuando pienses. Tampoco seas
crítico. Jesús dijo, `No juzguéis y no seréis juzgados.'* Si quieres juzgar a alguien júzgate a ti. Si
quieres hablar de los errores de los demás, habla de los tuyos. Debes tener sólo amor por los
demás. Cuanto más veas lo bueno de los demás, más verás lo bueno que hay en ti. El modo
de volver buena a la gente es ver lo bueno de ellos. No discutas con nadie. Mantente calmado,
sereno, siempre controlado. Entonces verás lo fácil que es seguir adelante.
Yo soy optimista cuando la gente está preocupada, porque los quiero a todos. Cuando
amas a todo el mundo, ves a Dios en todos. Si sabes que todas las personas son una
expresión de Dios, verás que cuando te enfadas con alguien te estás enfadando con Dios.
Cuando te enfadas o te comportas de forma intolerante con alguien, pones una barrera entre tu
alma y las almas de los demás.
La arrogancia y la insolencia son también tratos no espirituales. Nacen del complejo de
inferioridad. Supongamos que soy el cocinero de este ashram, y cuando alguien me da algún
consejo yo le digo que ya lo sabía – eso es insolencia. La persona insolente demuestra la
limitación de su conocimiento y también su falta de educación. Si quieres impresionar a los
demás, ¿Por qué demostrar tu inferioridad mediante un despliegue de insolencia y arrogancia?
No demuestra nada más que una falta de buenos modales y inteligencia, y un temperamento
descontrolado. La insolencia y la arrogancia son formas de ignorancia - hábitos no espirituales
en su estado primitivo.
Paramahansa Yogananda