Perdonar
El amor es la respuesta.
Si me mantengo atado a errores presentes o pasados, puedo liberarme al permitir que el amor sature mi ser de tal modo que genere perdón. El amor disuelve toda confusión, crítica y resentimiento.
Reconozco que las situaciones en mi vida que han causado infelicidad, soledad o frustración, no son la voluntad de Dios para mí, ya que Su voluntad para mí y para toda Su creación es sólo el bien.
Cuando permito que el amor infunda mis pensamientos con armonía, luz y salud, un sentimiento gozoso de perdón surge automáticamente en mí. Este amor me satisface. Toda mi vida es enriquecida por experiencias nuevas y satisfactorias de felicidad, éxito, salud radiante y compañía correcta.
Amad a vuestros enemigos, … orad por los que os ultrajan y os persiguen.—Mateo 5:44