Venid todos vosotros que laboráis y lleváis pesadas cargas porque encontraréis descanso para vuestras almas. Aceptad el yugo divino y exprimentaréis la paz de Dios, que está más allá de toda compresnión.
Libro de Urantia. Pág.1627
La promesa de Jesús está siempre vigente, porque él que fue un hombre como cualquiera de nosotros, sabe muy bien que está vida es hermosa pero que su camino está lleno de baches que debemos aprender a sortear y también aceptar las muchas dificultades de todo tipo que se nos presentan en nuestro día a día, porque nada de lo que nos ocurre es por casualidad, todo tiene una razón de ser y todo redunda en beneficio nuestro, si sabemos detenernos en lo que nos pasa y buscar el significado para ser capaces de aprovechar las circunstancias en valores de vida eterna, porque no debemos olvidar jamás, que nuestra herencia, lo único que nos acompañará hacia los mundos de estancia son nuestros momentos conscientes.
"Mucho de tu vida pasada y sus recuerdos, que no han tenido ni significado espiritual ni valor espiritual, perecerán con tu cerebro material; mucho de la experiencia material desaparecerá como antiguos andamios que, habiéndote ayudado a pasar al nivel superior, ya no tienen un propósito en el universo.125" Si ahora tuviésemos que partir ¿cuánto de lo que hoy es nuestra vida y que tanto apreciamos y nos aferramos, nos podríamos llevar como herencia eterna? Los padres solemos preocuparnos por lo que le dejaremos a nuestros hijos, pero ¿pensamos en lo que nosotros nos llevaremos?
En la cita, Jesús nos ofrece su amor para que nos refugiemos en él, para que nuestra carga se nos haga más liviana de llevar y para ello, sólo nos pide una condición y es que la aceptemos sin reclamos ni rebeldías, porque al aceptarla le estamos demostrando a Dios, nuestro deseo sincero de hacer su voluntad, aún cuando nos cueste sacrificio el hacerlo. No importa si en algún momento sentimos que el peso de los problemas nos abruma, recordemos que Jesús en el Huerto de Getsemaní también sintió que la pena rebalsaba su corazón hasta el punto de decir: "Padre, yo se que es posible evitar esta copa, porque todas las cosas son posibles para ti, pero he venido para hacer tu voluntad, y aunque esta copa sea amarga, la beberé si es tu voluntad. 1968
Esta actitud de petición y entrega es la que nosotros debemos aprender, hacer partícipe a nuestro Padre de nuestras tribulaciones, pedirle que si es posible solucione nuestros problemas, pero por sobre todo, que prime nuestra aceptación de hacer su voluntad, contando con la seguridad que ella será lo mejor para nuestra alma inmortal, porque nosotros vemos lo mediático, pero nuestro Padre ve la totalidad.
La aceptación a su voluntad cambia totalmente el panorama, nuestras emociones se acallan y nos sobreviene una gran confianza, seguida de una inmensa paz, porque sabemos que junto a nuestro Pastor nada nos pasará, por eso debemos hacernos conscientes de "que los que entran al reino, no se vuelven inmunes a los accidentes del tiempo, ni a las catástrofes ordinarias de la naturaleza. El creer en el evangelio no prevendrá los problemas, pero sí asegurará que vosotros actuaréis sin miedo cuando los problemas ocurran. Si os atrevéis a creer en mí y procedéis de todo corazón en mis huellas, vosotros al así hacerlo os encaminaréis sin lugar a dudas por una senda certera. No os prometo liberaros del mar de adversidades, pero sí os prometo que navegaré a través de todas ellas con vosotros.1767"
"Tened fe en Dios hasta el fin de vuestros días en la tierra. No olvidéis jamás que, una vez que seas un hijo de fe en Dios, todo trabajo honesto del reino es sagrado. Nada de lo que haga un hijo de Dios es ordinario. Haced pues vuestro trabajo, de aquí en adelante, como si fuera para Dios. Y cuando hayáis terminado en este mundo, yo tengo otros mundos mejores, donde igualmente trabajaréis para mí. En todo este trabajo, en este mundo y en los otros mundos, yo trabajaré con vosotros, y mi espíritu vivirá dentro de vosotros.2049
yolanda silva solano