Si en tu camino -cual buen mecenas-, te has repartido a manos llenas hasta vaciarla a tu despensa…, no te preocupes si tu actitud cosechó sólo ingratitud…, ¡que nada queda sin recompensa…!
Quién da…y no busca retribución, obtiene dulce compensación…, y es la que el alma le dispensa, cuando se entrega…sin pedir nada, para ir brindando, cada jornada, ¡todo el amor que ella condensa!
¿O no recuerdas aquella vez cuando te hirieron con altivez…, y tu ignoraste tal ofensa…? ¿No rememoras la sensación de paz profunda en tu corazón…? ¡Que nada queda sin recompensa…!
¡Vé por la Vida sembrando flores…!: ¡que sus aromas…y sus colores…, lo llenen todo de luz intensa…! Y no te inquietes si lo sembrado, en ocasiones, no ha prosperado… ¡…que algunas veces la tierra es densa!
Y no desmayes en el empeño de ir regalando la luz de un sueño… ¡que nunca es todo como uno piensa…!: es “tu intención”…la que otra Mano, va sopesando en otro Plano…, ¡que nada queda sin recompensa…!
Jorge |