No puedes esperar un gran éxito ni en el trabajo secular, ni en el trabajo religioso, a menos que aprendas como persuadir a tus semejantes. Para conseguir el éxito, debes tener tacto y tolerancia.
Libro de Urantia. Pág.1774
Una vez más Jesús pone en el mismo parangón las condiciones para el éxito material como para el espiritual, en ambos, el requisito es el mismo: tacto y tolerancia. No se nos piden conocimientos, ni cosas extraordinarias, sino dos virtudes que tienen que ver con el autodominio, para olvidarnos de nosotros mismos y pensar en los demás, porque "la medida de la capacidad espiritual del alma evolutiva es tu fe en la verdad y tu amor al prójimo. En la medida que crecéis, os volvéis más expertos en los asuntos del reino y seréis más discretos en vuestro trato con los mortales fastidiosos y más tolerantes en la convivencia con vuestros asociados testarudos.1740
Para tener tacto y tolerancia es preciso saber escuchar a nuestro interlocutor y darnos cuenta no solamente por sus palabras, sino también a través de sus gestos y actitudes de lo que él realmente necesita, no sólo en el plano material, sino también en el espiritual, porque ambos siempre van unidos. "Aislar parte de la vida y llamarla religión es desintegrar la vida y distorcionar la religión.1124" por eso Jesús nos pide: "dedicad vuestra vida a la elevación de la tarea diaria y común, porque para aquel que conoce a Dios, no hay labores comunes. Todas las cosas son sagradas y toda labor terrenal es un servicio a Dios. 1960"
Cuando valoramos las tareas cotidianas, aprendemos a valorizar no solamente nuestro trabajo, sino también el de los demás y es ese mismo reconocimiento el que nos va haciendo cada vez más expertos en reconocer las necesidades de nuestros hermanos y procurar ayudarlos sin prepotencia, sin herir sus sentimientos con consejos no pedidos o críticas inadecuadas.
Nuestro éxito en la vida depende en gran parte de la buena relación que tengamos con los demás, porque "el que quiere tener amigos, debe mostrarse amistoso.1439" La ley de atracción es la que nos devuelve exactamente lo mismo que nosotros somos capaces de entregar.
Tolerancia no es lo mismo que "soportar o aguantar" porque esto significa reprimir nuestros sentimientos, en cambio tolerar es comprender, tener empatía, porque es preciso "aprender que aun la expresión de un pensamiento bueno, debe ser modulado de acuerdo con el estado intelectual y el desarrollo espiritual del oyente. La sinceridad cumple mejor su papel en el trabajo del reino, cuando va unida a la discresión.1961 pero para alcanzar esta empatía es preciso tener el corazón llenito de amor para poder comprender a las personas, más allá de las apariencias.
Debemos recordar que "no puedes realmente amar a tus semejantes por un simple acto de tu voluntad. El amor tan sólo nace de la comprensión completa de las motivaciones y sentimientos de tus semejantes. No es tan importante amar a todos los hombres hoy, como lo es que cada día aprendes a amar a uno más entre los seres humanos. Si cada día o cada semana consigues comprender a uno más de entre tus semejantes, y si éste es el límite de tu habilidad, estás entonces ciertamente socializando y verdaderamente espiritualizando tu personalidad. El amor es contagioso, y cuando la devoción humana es inteligente y sabia, el amor es más contagioso que el odio. Pero tan sólo el amor genuino y altruista es verdaderamente contagioso. Si cada mortal pudiese volverse tan sólo el objeto de un afecto dinámico, este virus benigno del amor llenaría muy pronto la corriente sentimental de emoción de la humanidad hasta tal punto que toda civilización estaría comprendida por el amor y ésa sería la realización de la hermandad del hombre. 1098"
yolanda silva solano