AL DECIDIR PERDONAR ME LLENO DE PAZ
Puede que haya momentos en mi vida cuando siento que mi familia, mis amigos o mis compañeros de trabajo me han tratado mal.
Esa es una percepción a la que puedo o aferrarme o cambiar.
Mis percepciones pueden hacerme sentir bien o mal.
Pueden servirme o limitarme, la decisión es mía.
Hoy escojo tener una percepción positiva.
Elijo enfocar mi atención en las Bendiciones, en vez de en los agravios o las angustias.
Elijo adoptar una actitud de perdón en vez de una de resentimiento.
Elijo dejar ir el pasado, perdonar y avanzar.
Al perdonar, siento la paz y el poder del amor de Dios obrando en mí y en mi vida.
Por medio del perdón, soy una con Dios y estoy en paz.
"Al que vosotros perdonáis, Yo también" (2 Corintios 2:10)
|