"La humildad empieza desde uno mismo y termina en los demás. Eso es, en servir a los demás sin esperar nada a cambio".
Shilcars
La Humildad permite que nuestra mente se abra. La humildad, la gran desconocida y en cambio siempre tan elogiada en un mundo de apariencias y contradicciones constantes en el que el ser humano no se encuentra a sí mismo, al no desprenderse de todo aquello que le ata física y mentalmente.
"Humildad empieza desde uno mismo y termina en los demás. Eso es, en servir a los demás sin esperar nada a cambio. Esto significa que humildad es dar". "Considerarse que uno es nada"… "Sentirse nada significa fluir"… "Ser capaces de traspasar la barrera de la tridimensionalidad siendo manifestación, y fundiéndonos en ese mundo absoluto"…
Todo estará incluido dentro de ese huevo cósmico, dentro de ese cero absoluto que de pronto se manifiesta en el salto cuántico: "Porque únicamente podremos dar ese salto cuántico a través de la humildad de sabernos que no somos nada".
El trabajo de transmutación hay que contemplarlo siempre a un nivel global: "Cada uno aportará lo que pueda y lo que sepa. Pero lo poco o mucho que sepa o que pueda, lo entregará con amor. Y, a cambio, va a recibir el amor de todo y de todos. Y ahí está la transmutación, y ahí está la regla universal del Cristo".
"La transmutación en primer lugar requiere de mucha humildad".
Lo más pequeño
Asocia la humildad a sentirse pequeño y a la pequeñez, por lo que al comparar lo que somos, sólo pensamiento, no tenemos dimensiones, somos una micropartícula, la infinitamente pequeña: "Y el único modo de empezar a caminar por ese proceso del reconocimiento está básicamente en el micromundo, en el pensamiento trascendente".
"En lo más pequeño está la gran riqueza y el gran contenido. Nuestras mentes se limitarán a empequeñecerse, lo que significará empequeñecerse en humildad, irán reconociendo cada vez espacios mucho más amplios de conocimiento. Y, al contrario, si cada vez crecen en ese ansia por obtener conocimiento y abarcan cada vez facetas y aspectos más amplios, cada vez el conocimiento de la realidad se irá diluyendo y empobreciendo".
"La micropartícula que englobará a todos los transeúntes. Y en ese punto la micropartícula recibirá el impacto final a través del rayo sincronizador. Y esto será así porque es así. Porque así está diseñado. Porque así ha sucedido".
"Muy poco peso. No se necesita absolutamente nada, todo sobra. Y en ese pensamiento de humildad radica la gran riqueza espiritual".
El trabajo grupal, la hermandad, requieren humildad
Nos decía Sili-Nur: "No esperamos nada, pero en cambio luchamos desesperadamente para vencer esa ley de entropía". "Se lucha tan solo para el trabajo de interiorización. En ese punto nace la confianza fruto de la humildad".
"A través de la ayuda entre todos nosotros en este espacio tridimensional, llegaremos a conectar con nuestra esencia y todos juntos daremos un gran salto".
Trabajemos la síntesis de la propia síntesis y vislumbraremos la nada, el vacío absoluto, el cero sin aditivos, sin pedestal alguno, sin apegos que interfieran, y al mismo tiempo recibiremos todo del Universo en un acto de amor sin igual. Porque todo se engloba en el todo. Y es entonces cuando comenzaremos a caminar en completa humildad hacia uno mismo y hacia toda la humanidad. Porque el ser Atlante es libre por designio propio del Cosmos y siendo nada puede ser todo al mismo tiempo, siempre y cuando se una en amor y humildad.
Humildad.- Cualidad por la cual nos valoramos sin desmesura, y sin complejos, considerándonos poca cosa en relación con la grandeza del Absoluto. La humildad nace de la confianza. La humildad no espera nada, pero espera vencer la ley de entropía. La humildad potencia la hermandad y es potenciada por ella, nos permite empequeñecer nuestro pensamiento y penetrar en la micropartícula.
Entropía.- Tendencia al caos propia del plano tridimensional.
En un sentido espiritual se habla de la ley de entropía, que comprende los obstáculos que una persona encuentra en el mundo tridimensional cuando alcanza un mayor grado de vibración. La ley de entropía ejerce una fuerte presión y se vale de mil motivos diferentes y contrapuestos para ejercerla. Los obstáculos pueden venir de la familia, de la sociedad, de nuestras propias debilidades, de nuestras dudas, etc. Encontraremos muchas excusas para abandonar el camino de anhelo de perfeccionamiento. Estos obstáculos están previstos y tienen la función de fortalecernos e impulsarnos ascendentemente, si sabemos resistirlos. Por otra parte funcionan como procesos de selección de las especies cósmicas.